Ocho países de la Unión Europea cuya población suma 172 millones de ciudadano, reclaman más ambición y urgencia climática a la Unión Europea, ante la cumbre informal en Rumanía de este jueves en la que los líderes debatirán sobre el futuro de la UE.

"La lucha contra el cambio climático requiere una profunda transformación de la Unión Europea de todos los sectores de nuestra economía", dice el documento al que ha tenido acceso Efe y que suscriben Bélgica, España, Francia, Holanda, Dinamarca, Luxemburgo, Portugal, Suecia.

Según esa declaración, filtrada en vísperas de la cumbre de Sibiu (Rumanía) y un día después de que la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos alertase de que hay un millón de especies animales y vegetales, la urgencia medioambiental supone "una gran oportunidad" para que la UE se prepare para una transición "ambiciosa, eficiente y socialmente justa".

"Una economía climáticamente neutral puede aportar beneficios para el crecimiento económico, el empleo, la calidad de vida, la salud pública y la biodiversidad", dice el texto, que recuerda que la Comisión Europea ha planteado una hoja de ruta para que la UE sea neutra en emisiones de CO2 en 2050.

Los ocho países citados reclaman que la Unión Europea recuerdan que la UE se ha adquirido objetivos climáticos ambiciosos en el marco del Acuerdo de París de 2015 que, según la legislación europea adoptada, podrá superar con creces para 2030, lo que puede "allanar el camino para mayores ambiciones".

Esa transición energética y económica debe ser "justa y socialmente equilibrada para todos", agrega la declaración, que señala que Europa debe de "desarrollar nuevas industrias bajas en emisiones" y centrar los presupuestos de innovación en "que las energías limpias lleguen a todas las personas en todas las regiones".

"Se debe de tener en cuenta la competitividad" para reducir el riesgo de que esa transición energética desemboque en una creciente importación de "bienes que no tengan el mismo nivel de ambición", agregan Bruselas, Madrid, París, Ámsterdam, Dinamarca, Luxemburgo, Lisboa y Estocolmo, que piden que el próximo presupuesto de la UE esté más orientado a la transición energética y económica.

Para conseguirlo, añaden, es necesario que los flujos financieros, tanto públicos como privados, se reorienten hacia la "acción climática", y por ello respaldan la propuesta que actualmente esté sobre la mesa: que al menos el 25 % de ese marco financiero para 2021-2027 se dedique a la lucha contra el cambio climático.

"Como principio general, la UE no debería de financiar ninguna política en detrimento de ese objetivo", sostienen.

La declaración aboga también por promover las finanzas sostenibles, en parte transformado en Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que de prioridad a la financiación ecológica, pero también elevando la exigencia de las instituciones privadas.

Piden por ello que los líderes de la UE den una clara orientación a las instituciones en el Consejo Europeo del próximo mes de junio, donde se deberían fijar los objetivos medioambientales a largo plazo de la Unión Europea, lo que permitiría "dar ejemplo para que otros países sigan a la UE" en lo que supone uno "de los mayores retos de nuestro tiempo".