El Govern balear recuerda que no se puede cobrar por llevar en cabina un equipaje de mano

Consumo insta al Gobierno a que actúe contra las aerolíneas que imponen este suplemento a los viajeros

J.F. Mestre

El Govern, a través de la dirección general de Consumo, ha instado al Gobierno que actúe contra las compañías aéreas que impiden a los pasajeros viajar con un equipaje de mano subido a la cabina del avión, salvo que paguen un suplemento económico para poder llevar sus enseres. Consumo interpreta que esta prohibición que imponen varias de las aerolíneas, sobre todo las de bajo coste, infringe las normas europeas, que consideran ilegal que un pasajero no pueda volar junto a su equipaje y, por tanto, está prohibido que se exija un suplemento económico.

Según ha explicado esta mañana el director general de Consum, Félix Alonso, su departamento se ha puesto en contacto con el Ministerio de Consumo para trasladarle esta situación.

El Govern el año pasado siguió con la campaña de control de las condiciones de transporte del equipaje de mano en las compañías aéreas. Se iniciaron cuatro expedientes sancionadores, que podrían terminar con la imposición de una multa, porque Consum considera que estas aplicando cláusulas abusivas en las condiciones del transporte del equipaje de mano. Este departamento autonómico ha considerado que es necesario que el Ministerio de Consum se implique en este tema, sobre todo por su capacidad de sanción, que es mucho mayor que la que dispone el Govern para perseguir este tipo de actuaciones abusivas. Alonso detalló que la norma europea prohíbe que se cobre por este suplemento, si bien reconoció que existen diferentes interpretaciones judiciales sobre si la compañía aérea puede o no cobrar un extra por permitir subir la maleta a la cabina. Por ello, el director de Consumo cree que también las autoridades europeas se deberían implicar ante esta polémica, para fijar un criterio único, de obligado cumplimiento por parte de las compañías.

Memoria de actividades

Esta dirección general ha presentado esta mañana la memoria de las actividades desarrollada el pasado año por este departamento. Consumo se encarga de la vigilancia de la actividad económica, en varios sectores, para evitar que las empresas puedan engañar al consumidor. Una labor que se desarrolla en varios sectores, como por ejemplo la alimentación, la energía o el transporte. Todas las irregularidades que se han descubierto han terminado en propuestas de sanción por valor de 1,3 millones de euros. De todas estas sanciones, las empresas multadas han abonado, como pago anticipado, un total de 354.000 euros. El resto de multas están en fases de alegaciones.

Por sectores, en alimentación los inspectores se centraron sobre todo en el control de la declaración de origen y calidad de los aceites de oliva que se venden a los consumidores en Baleares. Esta inspección concluyó con quince expedientes de sanción, ya que se vendían como aceite extra virgen productos que no tenían esta calidad. Esta sanción se impuso, tanto a grandes superficies y supermercados, como a empresas suministradoras.

Dentro del sector del transporte aéreo, según refleja la memoria del año pasado, la compañía Ryanair encabeza las reclamaciones que presentan los consumidores. Los clientes se quejan de que la aerolínea cobra cantidades desproporcionada por la emisión de los billetes o por la remisión de las tarjes de embarque. Los clientes también denuncian que esta compañía se niega a pagar las indemnizaciones que están marcadas por la ley. Sin embargo, a pesar de que los incumplimientos de estas aerolíneas suelen ser habituales, la memoria de Consumo destaca que las quejas han disminuido con respecto a años anteriores.

En cambio, lo que sí ha aumentado este año son las quejas presentadas por los consumidores que han aceptado las ofertas para el cambio de compañía eléctrica, que se han aprovechado del aumento de esta energía para captar a muchos clientes con ofertas y descuentos, que después no se cumplen. Félix Alonso señaló que se han detectado muchos casos de publicidad engañosa, porque al consumidor se le asegura que no cambiará de compañía suministradora, pero no se le informa que la empresa comercializadora es distinta. Por eso, muchas veces estas ofertas terminan siendo más caras para el consumidor.

El director general lanzó un consejo para los consumidores que se sienten engañados por alguna compañía, señalando lo primero que hay que hacer es denunciar y después reclamar el dinero que han perdido. Félix Alonso también recordó a las inmobiliarias que no pueden subir el precio del alquiler más de un dos por ciento, ya que está prohibido por ley.