Profesores de la UIB critican al rectorado por cambiar árboles por placas solares

Varios profesores del departamento de Geografía de la Universitat de les Illes Balears (UIB) han criticado duramente al rectorado del centro por la decisión de retirar 14 árboles del campus con el fin de colocar placas solares para recargar vehículos eléctricos.

En un escrito que harán llegar esta semana al rector, Jaume Carot, los docentes manifiestan su desacuerdo con este «proceso de toma de decisiones» y con la «falta de coherencia», que ha llevado a «arrancar una larga hilera de árboles en el caminal Eivissa en pro de la ‘movilidad sostenible’».

Tal y como adelantó este diario el pasado jueves, la UIB ha ‘sacrificado’ nueve árboles para colocar unas pérgolas con placas solares en la cubierta para la recarga de vehículos eléctricos. La retirada de los árboles tuvo lugar el miércoles. Cinco de las 14 moreras retiradas de la calle entre el edificio Guillem Cifre y el Jovellanos han podido ser replantadas en una zona cercana al anfiteatro. Aún así, esta decisión no ha sentado bien en algunos sectores del profesorado.

El escrito, respaldado por algunos profesores del departamento e impulsado por la vicedecana de Geografía y presidenta de la Comisión de Garantía de Calidad de este grado, Joana Maria Petrus, los profesores afean que la única información pública y disponible sobre esta medida es un tuit del vicerrector del campus, del que se deduce que la actuación servirá para poner puntos de recarga para patinetes eléctricos «y no se sabe si también coches».

En este sentido, consideran que la movilidad en patinete eléctrico «no es una política inclusiva», puesto que varios estudios demuestran que el 70% de estos vehículos son conducidos por hombres jóvenes de entre 18 y 29 años. Tampoco lo ven como una buena medida ambiental porque los patinetes «no sacan un solo coche de la carretera» sino que, en todo caso, atraen a usuarios de metro, bus o bicicleta. «Los puntos de recarga eléctricos no pueden generar impactos ambientales superiores a los que intentan mitigar», sentencia el manifiesto.

Además, en el campus había otras «opciones viables» para instalar puntos de recarga eléctricos sin retirar árboles, como la zona en el que se instaló el primer aparcamiento solar para patinetes en el Guillem Cifre, cerca de la polémica hilera de árboles retirados.

Al margen de la «falta de coherencia», los profesores también ven un problema en la «falta de participación» en la toma de decisiones. Las medidas sobre cuestiones ambientales y en materia de transporte, advierten, son parte de una política pública que «tendría que ser aprobada por algún órgano colegiado» más allá de la Comisión de Transición Energética, una entidad que además «no hace públicas sus decisiones ni da lugar a la participación».

«La movilidad nos afecta a todos, por lo que todos deberíamos poder participar en la elaboración de un verdadero plan de movilidad sostenible en el campus», concluye el escrito de los docentes antes de animar a más profesores a que se sumen a la queja.

«Los puntos de recarga eléctricos no pueden generar impactos ambientales superiores a los que intentan mitigar»

Cabe recordar que desde la institución académica ya aclararon la semana pasada que en aquellos proyectos que afectan al arbolado «siempre se intenta trasplantar todos aquellos que se puedan ver afectados, siempre que esto sea posible».

En estos momentos, la UIB tiene disponibles, además del nuevo aparcamiento solar para patinetes eléctricos, tres puntos de recarga de vehículos eléctricos que ofrecen ocho plazas de aparcamiento. Dos plazas están junto al edificio de Son Lledó; otras dos ante el edificio Guillem Cifre de Colonya y cuatro ante el edificio Gaspar Melchor de Jovellanos, y se prevé habilitar más próximamente.

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