Anuario 2024 | Infraestructuras

El triatlón colapsa Ibiza

El transporte discrecional denuncia que las infraestructuras viarias de la isla están al límite

Atasco en el segundo cinturón de ronda por el T-100 Triathlon World Tour. |  | TONI ESCOBAR

Atasco en el segundo cinturón de ronda por el T-100 Triathlon World Tour. | | TONI ESCOBAR

Nunca se había producido un colapso de las carreteras de Ibiza como el que tuvo lugar el último fin de semana de septiembre. Los días 28 y 29 de ese mes se celebró la T-100 Triathlon World Tour y la Copa de España de media distancia, que atascó las vías de comunicación en torno a la ciudad debido a una planificación errónea, como admitieron finalmente los responsables políticos del Consell. Debido a la magnitud de lo sucedido, desde la institución insular aseguraron que nunca más se volvería a autorizar el cierre del segundo cinturón de ronda para el desarrollo de pruebas deportivas, decisión que se tomó tras una reunión con representantes de los ayuntamientos de Ibiza y Santa Eulària, la Guardia Civil de Tráfico, Salvamento Marítimo y la Federación Española de Triatlón. En el encuentro se admitió que el itinerario no fue el adecuado, ni tampoco la fecha elegida por la Federación Española de Triatlón. «No es la más adecuada para que sean compatibles la convivencia entre el deporte y las necesidades de los ciudadanos», reconoció la institución insular, que entonó el mea culpa.

Por otra parte, las empresas de transporte discrecional denunciaron los problemas a los que se enfrentaron durante el verano debido a que las infraestructuras viarias estaban frecuentemente «colapsadas», según el presidente de la Asociación de Transporte Discrecional de Viajeros en Ibiza y Formentera, Emilio Díaz. El trabajo en este sector fue, en algunos momentos, «inasumible» y hubo franjas horarias en las que les fue «imposible» asumir los servicios porque iban «desbordados».

Mientras, los vecinos de sa Cala volvieron a quejarse por las carreras ilegales de motos que se celebran los fines de semana en esa carretera. A comienzos de mayo entregaron en la oficina de registro del Ayuntamiento de Sant Joan un documento firmado por 354 residentes (un éxito, pues hay 336 vecinos en esa zona): «Conducen a velocidades altísimas, te adelantan de manera temeraria, hacen caballitos y trompos invadiendo el carril contrario. Son un auténtico peligro público», explicó a este diario Gustavo Alcaide, portavoz de los afectados.

En Can Bonet, al fin la Dirección General de Tráfico instaló un control de velocidad en la autovía de Sant Antoni. Pero sólo en la dirección hacia Ibiza. En dirección a Sant Antoni, los vehículos siguen superando con creces el límite de 50 kilómetros por hora a la altura del semáforo.

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