Las muertes marcan un año trágico en el ámbito laboral

Los accidentes laborales han marcado un año negro en Ibiza con cuatro muertes y varios heridos graves. El trabajador de una obra privada murió electrocutado a finales de mayo mientras trabajaba en una instalación eléctrica en el barrio de la Marina de Vila. El despliegue de policías y sanitarios, que intentaron reanimar al hombre de 45 años, sin éxito, alarmó a los vecinos y turistas que paseaban por la zona. Poco después, la tarde del 7 de junio, la deflagración en una zanja donde se estaban llevando a cabo unas obras en la central de GESA-Endesa dejó a tres trabajadores heridos que acudieron al hospital por su propio pie. El más perjudicado tuvo que ser trasladado con quemaduras de segundo grado en el 45% del cuerpo al hospital la Fe de Valencia, donde ingresó en la UCI.

A mitades del mismo mes, Pedro Pasanissi, de 24 años, cayó durante su turno laboral a la arqueta de la nueva depuradora de sa Coma, cuyo depósito contenía agua con material tóxico, y perdió la vida en el acto. Los trabajadores de la planta llamaron al 112 y explicaron que el empleado había entrado en parada cardiorrespiratoria, aunque los sanitarios no lograron reanimarle. La madre del joven lamentó al día siguiente que en 24 horas no había recibido ninguna información ni por parte de la empresa ni por parte del Ministerio de Transición Ecológica, responsable de las instalaciones. Otro empleado de 52 años perdió la vida en el polígono de Ca na Negreta al caer desde lo alto de un techo de fibrocemento de seis metros de altura.

Un hombre de 58 años y de nacionalidad argentina murió durante la mañana del 19 de noviembre al quedar sepultado bajo estructura de madera en una obra de Santa Eulària. Dos ambulancias y un camión de bomberos con cinco efectivos se dirigieron al lugar de los hechos pero ya no pudieron hacer nada por él. También quedo gravemente herido en un brazo y una pierna un operario español y 54 años de edad cuando instalaba junto a otros empleados un transformador eléctrico en un hotel del Port de Sant Miquel.