Cae en Ibiza el ladrón de los 67 millones en diamantes

Ibiza fue el escenario del desenlace de una historia digna de película, pero que fue muy real. En una casa de campo, la Policía Nacional encontró y detuvo a Errol H.V., que en 2005 perpetró un espectacular robo en el aeropuerto de Ámsterdam. Aquel día, el ladrón y sus compinches se hicieron con un botín de diamantes valorado en 67 millones de euros. Después de dos décadas fugado gracias a su vida discreta y también a que se había hecho la cirugía estética, la aventura de Errol H.V. acabó el pasado mes de febrero con un final a la altura: a punta de pistola tras un cerco policial.

En lugar de los diamantes, los lingotes y las monedas de oro eran el reluciente objeto de deseo del ladrón que en mayo cometió un robo en una villa de Sant Miquel. Más de 45.000 euros se llevó a la fuerza este ciudadano paraguayo antes de ser detenido por la Guardia Civil. Justo a tiempo, ya se encontraba en el puerto de Vila a punto de escapar con su tesoro. Sin salir de la temática de robos, hay otros dos casos que durante este año saltaron a la primera plana de la información. En julio, Maria y Cati se llevaron el susto de sus vidas cuando dos encapuchados irrumpieron por la fuerza en su casa payesa, situada junto al aeropuerto de Ibiza. Los cacos, cuchillos en mano, se llevaron dinero en efectivo y varias piezas de oro, aunque no hubo que lamentar daños personales importantes. Apenas una semana más tarde, la Guardia Civil detuvo a dos saqueadores mucho más ambiciosos: habían robado en medio centenar de viviendas de lujo y habían mangado 20 relojes de lujo valorados en 350.000 euros, entre otros objetos que habían elevado su botín total hasta los dos millones de euros.

Ensalada de tiros

En cuanto a sucesos con armas de fuego, el año también ha dejado varios incidentes reseñables. En junio, un hombre de 33 años fue abandonado a las puertas del Hospital Can Misses con sendas heridas de bala en abdomen y pierna. En agosto, un hombre desató el pánico en la Marina al sacar una pistola, que finalmente resultó de fogueo, y disparar al aire en un trifulca durante una noche de fiesta que se saldó con varios detenidos, todos con antecedentes policiales. Y ya en noviembre se conoció la condena para el hombre que en 2022 disparó dos veces contra un coche en un supermercado de Sant Jordi: 11 años de cárcel. Fue sentenciado por dos delitos, tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas. Y como no solo de pistolas vive el hombre, en julio ingresó un marinero en el servicio de Psiquatría de Can Misses . Unos días antes, había agredido a varios compañeros de tripulación en el puerto de Ibiza con un hacha y un cuchillo.