El sueño es una necesidad básica de nuestra vida y es por eso que solemos prestarle especial atención. Muchas personas tienen sus propios rituales a la hora de irse a dormir, sus maneras específicas para conciliar el sueño o una postura en la que se sienten más cómodos.

El modo en el que duermes dice mucho más de tu personalidad de lo que crees. Y es que el lenguaje corporal inconsciente también se manifiesta al dormir, revelando los hábitos o las preocupaciones del día a día.

Chris Idzikowski, investigador del Instituto del Sueño y Servicio de Asesoramiento en el Reino Unido, llevó a cabo en 2003 un estudio (recogido por la BBC), sobre lo que revela de la personalidad la postura en la que se duerme. Estos fueron sus resultados.

Posición fetal

La posición para dormir por excelencia denota sensibilidad y vulnerabilidad. Estos dormilones pueden ser tímidos o introvertidos al principio, pero es sólo un mecanismo de defensa. Cuando cogen confianza, se muestran más extrovertidos y amables. Aproximadamente un 40% de la población duerme así, sobre un costado y las rodillas encogidas al igual que los fetos en el vientre materno durante la gestación. Curiosamente, el doble de mujeres que de hombres opta por esta postura.

El tronco

Dormir de lado con las piernas estiradas y la columna vertebral en perfecta rigidez es la postura preferida por el 15% de la población. Las personas que eligen dormir así subconscientemente suelen ser indulgentes, seguros de sí mismos y confiados con extraños. Les gusta rodearse de gente y sentirse parte de un grupo social. Por el lado malo, pueden ser un poco crédulos.

El orador

Las personas que duermen de lado y con los brazos estirados al frente suelen ser de naturaleza sociable, pero también cínicos y desconfiados. A la hora de tomar decisiones son un poco inseguros y dubitativos, pero una vez se deciden es poco probable que cambien de opinión. Esta postura es la preferida por el 13% de la población.

El soldado

Aproximadamente un 8% de la población duerme en la postura conocida como el soldado. Es decir, boca arriba, con las piernas ligeramente separadas y los brazos estirados a los costados. Las personas que duermen de esta manera suelen ser calladas y reservadas. No les gusta meterse en jaleos y se ponen a sí mismos metas muy altas.

La caída libre

El siete por ciento de la población prefiere dormir boca abajo, con los brazos colocados alrededor de la almohada y la cabeza hacia un lado. Las personas que duermen en esta postura, la que Idzikowski llamó caída libre, suelen ser un poco descarados y temerarios. Debajo de ese temperamento conflictivo se esconde además una personalidad susceptible que no acepta las críticas ni las situaciones extremas.

La estrella de mar

Esta postura para dormir es la menos habitual, pero debería extenderse más ya que según este estudio sólo tiene cosas buenas. Dormir boca arriba con las piernas abiertas y los brazos alrededor de la almohada indica que eres un buen amigo que siempre está dispuesto a escuchar a los demás y ofrecerles tu ayuda. Normalmente a estos dormilones no les gusta ser el centro de atención.