Últimamente, se están poniendo de moda unas dietas más naturales para las mascotas, conocidas como 'BARF' o 'ACBA', que reivindican una alimentación sin conservantes, colorantes u otros aditivos para los animales domésticos.

Sin embargo, no existen evidencias que respalden que esta alimentación natural sea más beneficiosa. De hecho, en el caso de los cachorros, puede provocar una insuficiencia en ciertos nutrientes fundamentales para el desarrollo como el calcio, el fósforo o el potasio.

Un estudio científico desarrollado en Dinamarca ha demostrado que una dieta natural puede ser perjudicial para la mascota. Analizaron 35 dietas congeladas de diferentes marcas en las que encontraron bacterias como la E. coli, Listeria, Salmonella y Taxoplasma. Pese al estado de congelación de la comida, estos patógenos pueden sobrevivir en ella durante varias semanas.

Todo ello indica que las dietas comerciales basadas en carne cruda pueden estar contaminadas por una variedad de patógenos que representan potenciales fuentes de infección para nuestras mascotas. Del mismo modo, si estas bacterias se transmiten, pueden suponer también "un riesgo para los seres humanos", según indica Paul Overgaauw, principal autor del estudio.

¿Cómo alimentar bien a mi mascota?

Lo ideal para nuestros animales de compañía gocen de buena salud es proporcionarles una dieta variada, eligiendo los alimentos más saludables posibles.

Algunos de los más comunes son las llamadas "bolitas" o "pienso". En este caso, debemos tener en cuenta que existen grandes diferencias de calidad dependiendo entre unas y otras marcas. Para escoger la mejor opción, presta atención a la etiqueta y fíjate en valores como la cantidad de proteínas y de azúcar, así como en los colorantes y conservantes.

Además, hay que tener en cuenta que alimentar a nuestra mascota solo con productos comerciales no es lo más ideal, pues el secreto de una idea saludable es la variedad.

Entre los mejores alimentos naturales para perros se encuentran la carne de pollo, conejo, cordero, ternera, pavo y cerdo; las vísceras, los huesos carnosos, los cartílagos, los huevos y la grasa animal. Eso sí, estos alimentos deben estar cocinados de forma adecuada. Asimismo, los perros también pueden ingerir alimentos de origen vegetal, como frutas y verduras.