Al menos nueve personas murieron y cerca de una treintena resultaron ayer heridas en el descarrilamiento de un tren regional en la provincia de Bolzano, en el norte de Italia, informó el gobernador de la región autónoma del Trentino-Alto Adigio, Luis Durnwalder.

Asimismo, Durnwalder explicó que de los 28 heridos siete están graves, y que el número de víctimas todavía no es definitivo.

El descarrilamiento del convoy tuvo lugar alrededor de las 9 horas (7 GMT) en una zona de vía única que atraviesa una estrecha garganta entre los municipios de Laces y Castellbello, que estaban unidos a la localidad de Merano con esta línea ferroviaria.

Todo apunta a que el convoy fue alcanzado por un desprendimiento de tierra, consecuencia de la mala situación del terreno debido a la rotura de un conducto de riego que durante dos días había mojado el suelo y dejado muy inestable, aunque habrá que esperar a tener más datos.

Por el momento, los técnicos han podido rescatar la caja negra del tren, que está muy dañada, publicó el diario La Repubblica.

El primer vagón, que sufrió graves daños debido al impacto, se salió de la vía y quedó colgado entre dos árboles que evitaron que cayera al río, y los bomberos se afanan para asegurarlo mientras los trabajos de rescate siguen adelante puesto que se teme que pueda haber todavía víctimas bajo el fango.

Los servicios de Protección Civil instalaron una base en la zona, al tiempo que se interrumpió el tráfico para poder llevar a cabo las tareas de rescate.