La Federación Andaluza para la Defensa de la Igualdad Efectiva (FADIE) ha enviado documentación a favor de la custodia compartida a los casi 4.000 órganos judiciales que existen en España, según ha asegurado el presidente de esta organización, Fernando Basanta.

La idea de esta campaña informativa, dirigida a todos los profesionales de la Judicatura, es «concienciarles sobre los beneficios que tiene para los niños el establecimiento de la custodia compartida como escenario prioritario para gestionar las rupturas de pareja con hijos.»

Este envío masivo de documentación a magistrados, jueces, fiscales y secretarios de juzgados es sólo la «primera fase» de una campaña que trata de «marcar un cambio de tendencia en la regulación de la custodia de los hijos, de acuerdo con el momento social actual, en el que las parejas organizan su convivencia bajo una perspectiva de equiparación de derechos y obligaciones dentro y fuera del hogar».

Según un comunicado de la FADIE, la sociedad actual «ha apostado decididamente por la erradicación de los comportamientos patriarcales en favor de un escenario de familia que es capaz de intercambiar los roles tradicionalmente asignados a cada género», por lo que las responsabilidades parentales han de ejercerse de manera compartida por padres y madres.

En el escrito remitido a todos los órganos judiciales del Estado, la FADIE hace alusión a la reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, «que constituye un rotundo ejemplo en la argumentación sobre la idoneidad de establecer la custodia compartida como norma fundamental en la gestión del divorcio.»

Esta sentencia resalta las ventajas que comporta la custodia compartida, como garantizar a los hijos la posibilidad de disfrutar de la presencia de ambos progenitores, «lo cual constituye el modelo de convivencia que más se acerca a la forma de vivir de los hijos antes de la ruptura, de manera que así ésta resulta menos traumática», según la FADIE.

También enumera otras ventajas, como evitar «la aparición de sentimientos negativos en los menores como el miedo al abandono, sentimiento de lealtad o sentimiento de culpa» y fomentar «una actitud más abierta de los hijos para aceptar el nuevo contexto y «situaciones de manipulación de los padres frente a los hijos.»