eivissa | joan lluís ferrer

El Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) ha notificado a los propietarios de la casa payesa de Ca na Palleva -convertida desde principios de febrero en emblema y bastión de la lucha antiautovías- el auto que permite la entrada en el domicilio por parte de la constructora MAB. Las otras dos casas que se encuentran en la misma zona recibieron hace algunos días la misma notificación, por lo que el derribo de todas ellas podría producirse antes de una semana.

El abogado que asesora a la Plataforma Antiautopistas, Pep Costa, confirmó que anteayer mismo fue notificado el auto que permitirá la entrada de las máquinas en la parcela donde se encuentra la casa centenaria de Ca na Palleva. Costa confirmó que se presentará recurso contra esta resolución, pero al mismo tiempo admitió que la interposición de dicho recurso no detiene como norma general la efectividad de la decisión del juez, que podrá seguir llevándose a cabo. Sólo en el caso de que se haga una salvedad expresa en sentido contrario, los recursos podrían paralizar los derribos, cosa que aún no ha sucedido.

La Justicia había dictado ya con anterioridad la misma medida para las otras dos viviendas -más modernas- que se encuentran en la zona de Ca na Palleva y que también están afectadas por la rotonda allí proyectada. Dado que los autos judiciales no incluyen un plazo concreto para que se materialice la entrada en las fincas, el Govern balear decidió otorgar ocho días a los propietarios para que abandonaran sus casas.

Pep Costa calculó que para el caso de estas dos viviendas, el plazo de desalojo vencería este sábado, y al cabo de unos días más para la casa payesa.

Aunque el Govern balear ya estaría en disposición de reclamar auxilio policial a la delegación del Gobierno en Balears, Costa indicó que en la conversación mantenida con el delegado del Gobierno en las Pitiüses anteayer mismo, dicha asistencia aún no le había sido solicitada. «Pero es normal, porque la pueden pedir de un día para otro», explicó el letrado de los antiautopistas.

Costa deploró «la maniobra seguida por el Govern para saltarse los juzgados de Eivissa e ir al Tribunal Superior de Justicia de Balears», que emplea un procedimiento «menos garantista» y permite un mayor desamparo para los afectados.

A principios de febrero, cuando las máquinas excavadoras se personaron en los linderos de la finca de Ca na Palleva por su parte más meridional, dos centenares de personas se interpusieron ante ellas y les impidieron el acceso. Vecinos y miembros de la Plataforma Antiautopistas montaron guardia en la vivienda durante varias semanas de forma ininterrumpida en previsión de una llegada por sorpresa de las máquinas, aunque desde hace días esta presencia ha desaparecido.