La familiar de una interna en la residencia Sa Serra, en Sant Antoni, reclama al Govern más vigilancia en las habitaciones de los residentes para garantizar que la atención que reciben es la correcta. Concha Matas, la hija de una usuaria del centro que sufre un alzhéimer avanzado, considera que «si estuvieran en funcionamiento las cámaras existentes que hay en el centro» se podrían evitar situaciones como las que denuncia que vive tanto su madre como otros internos del centro.

Matas, en una reclamación que ha presentado en el Consell de Ibiza, acusa al personal del centro de no cambiar las sábanas a los internos cuando estos se orinan en la cama durante la noche. «El pasado 26 de mayo me personé en la residencia para dar la cena a mi madre como cada día hacemos mis hermanos o yo. Cuando me disponía a poner a mi madre en la cama, al destapar la misma, compruebo que huele muy mal y al levantar el empapador desechable encuentro que tanto la sábana bajera como el empapador reutilizable estaban chorreando de orina de la noche anterior», explica Matas, que señala que en ese momento avisó a un enfermero, que comprobó lo que ocurría, pidió que se cambiara la cama «y pasó un informe tanto al director del centro como a la coordinadora de auxiliares».

La familiar asegura que se ha encontrado esta misma situación un par de veces en los últimos meses, lo mismo que sus hermanos: «En el año y medio que la residencia está gestionada por el Govern nos hemos encontrado la cama de mi madre mojada de la orina de la noche anterior un mínimo de cinco veces y lo más grave de la situación es que la cama estaba perfectamente hecha, por lo que esto es algo que se hace deliberadamente».

Matas lamenta que nadie en el centro, a pesar de saber lo que ocurría, se pusiera en contacto con la familia para pedirles disculpas. Ella misma sacó este tema en la reunión de familiares que se celebró el pasado 31 de mayo en el centro: «Comprobé lo que ya sospechaba, que no sólo a mi madre le dejan la cama mojada». Matas explica en el escrito que ha remitido a la conselleria de Servicios Sociales que cuando acabó ella de hablar uno de los internos que va en silla de ruedas «tomó la palabra y expuso que a él le había sucedido exactamente lo mismo al ir a acostarse: encontrar la cama perfectamente hecha pero al destaparla, estar mojada de su propia orina de la noche anterior».

«Es muy triste y muy lamentable que haya auxiliares que sean capaces de dejar una cama llena de orina a unos ancianos indefensos», critica Matas, quien añade: «Si dejan la cama de mi madre sabiendo que cada noche sin excepción vamos a darle la cena y acostarla, ¿qué no harán con aquellos residentes totalmente dependientes a los que cada noche los acuestan las mismas auxiliares que hacen las camas?».

En la conselleria balear de Servicios Sociales aseguraron ayer que la dirección de Sa Serra descarta que se trate de un problema de funcionamiento del centro y que está ya investigando qué ha ocurrido.