Antes de 32 años, del horizonte de 2050, Ibiza debería cubrir la demanda eléctrica de la isla sólo con energía solar. «Y bastante antes también», aseguraba recientemente a este diario el director general de Energía y Cambio Climático del Govern, Joan Groizard.

Se da la circunstancia de que desde el año 2010, el Ayuntamiento de Sant Josep cuenta en su tejado con una instalación de placas fotovoltaicas para suministrar energía limpia a la red eléctrica que nunca se ha utilizado. «Está desconectada», reconoció el segundo teniente de alcalde, Ángel Guerrero, en respuesta a una pregunta del concejal de Guanyem Pere Ribas ayer en el pleno sobre el uso que se le estaba dando a esta instalación.

Ribas formaba parte del equipo de gobierno en 2010 cuando se impulsó este proyecto, con fondos del Plan E. Guerrero explicó que, en su día, Endesa denegó la conexión, que se situaba detrás de la calle de Cas Vildu. «Era casi imposible. Puso pegas», dijo.

El segundo teniente de alcalde también reveló que las placas solares que se instalaron en la misma época en el colegio Es Vedrà de Sant Agustí tampoco están conectadas a la red pública. No obstante, a diferencia de la instalación del tejado del Ayuntamiento, la de la escuela al menos se utiliza para «autoconsumo», según Guerrero.

«No puedo entender de ninguna manera que nos estemos rompiendo los cuernos para conseguir que los ciudadanos hagan uso de las energías renovables y resulta que la administración pública se ha comido la mitad de la vida útil de unas instalaciones sin obtener ningún beneficio», criticó Ribas.

El alcalde, Josep Marí Ribas, le dio la razón: «Hay que hacer algo. No podemos tener esta instalación desaprovechada», dijo, al tiempo que Pere Ribas sugirió que al menos se podría usar esta energía para abastecer el punto de recarga de vehículos eléctricos instalado junto al Ayuntamiento hace unos meses que sigue sin funcionar por la falta de la conexión de Endesa.

En contra de la posición del equipo de gobierno, en minoría, y gracias al apoyo de PP y Alternativa Insular (A-In), el grupo de Guanyem forzó a que el Ayuntamiento aplique una bonificación del 95% de la cuota íntegra del Impuesto de Construcciones y Obras (ICO) a la instalación de sistemas de aprovechamiento de energía solar. La moción de Guanyem iba más allá ya que planteaba también una bonificación del 50% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), pero en este caso el grupo de la izquierda no consiguió la complicidad de PP ni de Al-In, que, al igual que el PSOE, votaron en contra.

La primera teniente de alcalde, Paquita Ribas, defendió que el IBI es «necesario para sustentar la estructura del Ayuntamiento». También le pareció «un poco demasiado» la bonificación del 95% del ICO y subrayó que hay otras vías, como las subvenciones, para incentivar el uso de energías renovables. Al ver que iba a perder la votación sobre la rebaja del ICO, el PSOE optó al final por la abstención.

'Escoleta' de Can Nebot

'Escoleta' de Can Nebot

También con el voto a favor de PP y Alternativa Insular, Guanyem dejó por segunda vez en evidencia al equipo de gobierno al sacar adelante otra propuesta, pese al voto en contra del PSOE, para instar al Govern a que ponga en marcha con carácter de «urgencia» la escoleta de Can Nebot, que lleva ya siete años cerrada.

El equipo de gobierno defiende que debe ser el Consell, tal como estaba previsto inicialmente, el que gestione esta infraestructura. El portavoz de Guanyem, Fran Ramírez, dijo que su grupo es «el primero en hacer autocrítica» por no haber podido conseguir desde el Consell la apertura del centro.

Precios de la vivienda

Precios de la vivienda

Asimismo, el alcalde reconoció que, pese a las medidas previstas en la ley turística y la de vivienda, será «muy complicado» cortar «el mercado secundario». «No creo que el mercado baje para conseguir que los precios se sitúan en el nivel que todos desearíamos». Así, en respuesta a una pregunta de Ramírez sobre la promoción Vadella 64 (ver página 7), el alcalde se refirió indirectamente a la polémica sobre la zonificación de las viviendas vacacionales y defendió la construcción de promociones públicas con «criterios sociales».