La depuradora de Ibiza protagonizó anteayer su enésimo vertido de aguas fecales al puerto de la ciudad, como consecuencia de una avería que quedó subsanada pocas horas después, según confirmaron el Ayuntamiento de Ibiza y la conselleria de Medio Ambiente del Govern.

A causa de este incidente, la depuradora lanzó material fecal al torrente de sa Llavanera, desde donde, como es habitual siempre que ocurre esta circunstancia, fue a parar a las aguas del puerto.

La situación provocó además un fuerte hedor durante toda la mañana, que causó molestias a los residentes y turistas que se encuentran en la zona.

Por otra parte, un vecino de Sant Miquel denunció que tanto en el Port de Balansat como en el propio casco urbano de Sant Miquel se han producido vertidos fecales en los últimos días. Ayer mismo, este vecino aseguró haber encontrado un gran encharcamiento de agua residual a un kilómetro de la playa. La misma situación observó unos días antes en las inmediaciones de la depuradora de Sant Miquel. «Es intolerable que en pleno siglo XXI nos encontremos con esta situación en la isla de Ibiza», afirmó.

Cala de Bou

El Govern balear recordó al respecto que la depuradora de Sant Miquel es de titularidad municipal, mientras que, en relación al vertido del Port de Balansat, negó que se hubiera producido ninguna fuga en aquella zona.

Por otra parte, esta semana se han iniciado las obras de sustitución de parte de la tubería del colector de aguas residuales de Cala de Bou, en el municipio de Sant Josep. Los trabajos son ejecutados por Abaqua, organismo dependiente del Govern, y prevén la sustitución de un tramo de 500 metros de tubería, informó el Ayuntamiento.

«Se trata del tramo más problemático, donde durante los últimos años se ha concentrado la mayoría de averías», señala la nota, que recuerda que desde 2011 «se han contabilizado una veintena de incidencias de fugas de aguas residuales, por lo que el Ayuntamiento había reclamado de forma reiterada la ejecución de este proyecto».

El equipo de gobierno indicó que se trata de una «infraestructura obsoleta», con una antigüedad de más de 40 años.

Como consecuencia de las obras, a partir de hoy se producirán trastornos en el tráfico rodado. El carril de la avenida de Sant Agustí en dirección a Sant Antoni quedará cerrado desde la calle Albacete, añadió el Ayuntamiento en su nota.