Un grupo de personas bebiendo alcohol en la calle cerca del colegio Sant Jordi dio la bienvenida ayer por la mañana a los padres, alumnado y profesorado de este centro, lo que provocó, «un año más», la indignación de la comunidad educativa, que reclama más control policial en la zona tras la apertura de una discoteca situada en la carretera de ses Salines, en el municipio de Sant Josep.

«Nos hemos encontrado con un botellón a las 8 de la mañana en el aparcamiento del hipódromo. Empezamos igual que el año pasado: con gente haciendo botellón cerca del colegio y con personas que parecen actores de la serie 'The walking dead'», denunció ayer a este diario la directora de la escuela Sant Jordi, Present Ortiz.

En representación de la comunidad educativa, Ortiz pide que se incremente la presencia policial para que los escolares no presencien «este tipo de situaciones, ya que no son un buen ejemplo para ellos». «La gente puede ir de fiesta, pero hay lugares más apropiados que no están cerca de una escuela para hacer botellón», insistió la directora de este centro educativo.