El quiosco-bar construido en Cala Gració con el visto bueno del Ayuntamiento de Sant Antoni, la Demarcación de Costas y la conselleria balear de Territorio no cuenta con la licencia de actividad. A esta carencia se agarra el gobierno municipal del tripartito para paralizar de momento la puesta en marcha de este negocio de verano que ha causado un hondo malestar entre vecinos y la plataforma ciudadana Prou! entre otros colectivos ecologistas.

El alcalde de Sant Antoni, José Tur, Cires, Ciresaseguró ayer, tras la reunión del Consell de Alcaldes en Ibiza, que tras las críticas lanzadas en contra de la instalación de este chiringuito se decidió «revisar a fondo» el expediente. «Ahí se vio, según alguna opinión técnica, que haría falta alguna autorización más en cuanto a actividad o urbanismo. Esto es lo que estamos estudiando», dijo. De hecho, acto seguido el alcalde indicó que en el Ayuntamiento «no ha entrado ninguna solicitud» por parte del promotor «para obtener la licencia de actividad».

Esta es «la irregularidad» que el pasado viernes esgrimió el equipo de gobierno a través de un comunicado para informar de que se había decidido paralizar la apertura de este establecimiento turístico, que cuenta con autorización para instalar 11 mesas y 38 sillas, a la espera de llevar a cabo «nuevas actuaciones».

El alcalde explicó que, al situarse en zona de dominio público de Costas, «los técnicos en su momento, teniendo en cuenta los informes previos favorables, consideraron que no era necesaria... [la licencia de actividad]. Quien decide es Costas, siempre respetando que haga falta otra licencia, que es lo que estamos mirando», agregó el primer edil.

No había razones para oponerse

No había razones para oponerse

Tur indicó, inicialmente, que la solicitud para el montaje del chiringuito «llegó al Ayuntamiento con informes favorables de Costas y la correspondiente conselleria del Govern», aunque luego reconoció que fue Costas el que solicitó el informe al departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento, que fue «favorable». «Es la opinión del técnico. No había razones para oponerse, pero esto no implica que no haga falta la licencia de actividad o alguna de urbanismo, que es lo que se está mirando. Es un trámite complejo donde intervienen diversas administraciones. Y cada una puede tener su visión a la hora de interpretarlo», indicó. Dicho esto, puntualizó que si la Demarcación de Costas pidió el informe al Consistorio es porque «lo debía ver bien» (el montaje del quiosco). «Pese a que se respeta, en general, la posición del Ayuntamiento, su informe no es vinculante», subrayó.

El alcalde consideró que es «pronto para saber» si finalmente, en función de si se permite o no la apertura del chiringuito, el Ayuntamiento tendrá que asumir el pago de indemnizaciones al promotor. «Hay que acabar de analizar bien la situación y luego veremos qué decisión se toma y, evidentemente, cualquier decisión será de acuerdo a nuestra interpretación de la ley. Si se le otorga una autorización que no corresponde, estaríamos actuando incorrectamente y también en caso contrario», añadió.

Al ser preguntado sobre el hecho de que si no se hubiera producido la presión social en contra del chiringuito, ahora estaría abierto, el alcalde reiteró que no podría haberse iniciado la actividad sin la correspondiente licencia de actividad. «En el momento de darle esta licencia tendríamos que haber mirado el informe. Habría pasado lo mismo. Ninguna actividad se puede poner en marcha sin la propia licencia de actividad», dijo.