Unidad de Cuidados Paliativos. Bajo esta denominación tan fríamente clínica y aséptica se oculta el lado más humano del hospital Can Misses. Se trata de un grupo de cuatro profesionales (dos doctoras, una enfermera y una psicooncóloga) que atienden a los enfermos terminales en sus últimos meses de vida, brindándoles el afecto, el apoyo moral y el calor humano necesarios para afrontar la recta final del camino. El lunes, a las siete de la tarde, la sala de formación del Consell será el escenario del coloquio entre profesionales y pacientes que ofrecen y utilizan este servicio.

La psicooncóloga Paloma Martínez, una de las que intervendrán en el acto, explicaba ayer a este diario que «un 80% del trabajo que realiza la Unidad de Cuidados Paliativos se refiere a la parte emocional y un 20% a la parte física». Estar al lado de una persona con una esperanza de vida limitada y cercana a la muerte no siempre es fácil: «Desgraciadamente, a veces hemos tenido que sustituir a otros profesionales que no han podido seguir; tenían los conocimientos sanitarios adecuados, pero no la capacidad emocional», señala Martínez.

La unidad atiende todos los años a casi 400 enfermos terminales, casi todos ellos afectados por algún tipo de cáncer, aunque también hay un 30% de otras enfermedades. «Al principio, cuando se le dice al paciente que será derivado a Cuidados Paliativos, la reacción es negativa e incluso de rechazo, y también desde la familia, pero al final acaban agradeciendo el servicio porque les estamos mejorando la calidad de vida. Mejoran sus síntomas físicos y emocionales», explicó Martínez.

Su trabajo consiste «en gestionar las emociones negativas» y en incrementar la «capacidad de aceptar que la vida es finita». «Si no eres consciente de la muerte, difícilmente te podrás enfrentar a ella en la vida», comenta.

El Gobierno español todavía no ha aprobado una ley sobre muerte digna, pero nueve autonomías sí lo han hecho, entre ellas Balears. «El Estado tiene miedo a legislar sobre esto», considera la psicóloga, que recuerda sin embargo que existe un anteproyecto de ley redactado desde marzo de 2017 pero el Congreso no lo ha llegado a votar aún. Ni en ese texto ni en las leyes autonómicas aprobadas se habla ni de eutanasia ni de suicidio asistido, «pero sí de los cuidados paliativos integrales».

La Unidad de Can Misses ofrece, además, un «programa de duelo para las familias». Cuando el paciente ha fallecido ya, las integrantes de este servicio hospitalario continúan haciendo un seguimiento de aquellas familias que presentan «mayor riesgo de tener un duelo complicado».

La Unidad de Cuidados Paliativos, fundada en 2001, ha recibido el premio Diario de Ibiza a la Acción Social de este año por su esfuerzo y entrega hacia esa labor.