La plataforma vacacional Airbnb no sólo vive de propietarios que deciden alquilar sus viviendas (o habitaciones) sin licencia turística y embolsándose miles de euros al año sin pasar por Hacienda. Desde hace poco, Airbnb ha puesto en marcha, dentro de su misma web, un servicio de «experiencias» que, de momento, solamente se encuentra activo en algunas ciudades.

Ibiza es una de las zonas en las que este nuevo servicio ya está disponible. Las «experiencias» de la plataforma, tal y como se explica en la web «son excursiones o actividades organizadas y dirigidas por organizadores locales». Airbnb asegura que las experiencias que publican pasan los estándares de calidad establecidos. ¿Y cuáles son estos estándares? Realmente benefician a cualquiera que quiera embolsarse algo de dinero sin prácticamente ninguna garantía de que el servicio que ofrece sea otorgado por un profesional.

Así, algunos de los estándares que «exige» Airbnb es que el anfitrión «sea apasionado de la temática de la experiencia» (es decir, no hace falta que sea un profesional, como un guía turístico) o que los viajeros que paguen por una experiencia vayan a recibir un servicio al que «de ninguna forma» podrían acceder sin ese anfitrión.

De momento, en la sección 'Experiencias en Ibiza' se ofrecen unas 24 actividades que van desde paseos en barco hasta una clase para aprender a cocinar focaccia.

Si bien muchas de estas experiencias se ajustan a la legalidad, se trata de competencia desleal hacia otros profesionales como guías turísticos, taxistas, agencias de viajes que venden excursiones o concesionarios de playas que ofrecen actividades acuáticas.

Resulta muy llamativa una «experiencia» que consiste, única y exclusivamente, en visitar sa Pedrera (la actividad se anuncia como una «excursión a la mágica Atlantis»), algo que puede hacer cualquiera (recordemos que uno de los estándares de calidad de Airbnb es que esa actividad sea prácticamente imposible de llevar a cabo si no es con un anfitrión) consultando Google Maps o cualquier guía de viajes. El precio es 39 euros por persona.

Otra que cuanto menos es curiosa es «paella y snorkel en un lugar mágico». Se trata de hacer media hora de snorkel en Cala d'Hort para después comer una paella (traída de un restaurante muy conocido, tal y como asegura el anunciante) en una caseta varadero. Todo ello al «módico» precio de 120 euros por persona.

«Bares de tapas de Ibiza»

Otra de las actividades gastronómicas es un paseo por «bares de tapas de Ibiza que están fuera del circuito turístico» (aunque el tour arranca en el puerto de Ibiza, uno de los enclaves más turísticos de la isla).

La visita comienza en el Mercat Vell, donde se degustan quesos y salchichas, seguidamente una tienda de té, una panadería tradicional donde probar unos dulces típicos para finalizar con una degustación de tapas y vino local en un restaurante de la isla.

La excursión cuesta 95 euros por persona.