Las medidas para controlar el alquiler ilegal de viviendas con fines turísticos no están teniendo los resultados esperados en Ibiza y Formentera, al menos por lo que detallan las estadísticas. La de movimientos turísticos en fronteras (Frontur) refleja que las amenazas de sancionar con miles de euros a los infractores (tanto particulares como plataformas web) no han surtido todavía el efecto deseado. Así, de los 70.942 turistas llegados en el mes de marzo, cuando este año se celebró la Semana Santa, el 45,7% (32.440 personas) acudió a alojamientos que no se encuentran entre los que se pueden contratar legalmente en el mercado.

Sólo el 25,5% (18.089) de los visitantes durmieron en hoteles o similares de las Pitiusas, mientras que el 10,1% (7.168) alquilaron un alojamiento legal. Del total de turistas, el 18,5% (13.142) aprovecharon sus viviendas en propiedad para descansar durante el mes de marzo en las Pitiusas.

Es decir, sólo optaron por dormir en establecimientos ibicencos con todas las de la ley, el 35,6% de los turistas. Son mayoría, el 45,7%, quienes prefieren acudir al lado oscuro para contratar el alojamiento de sus vacaciones.

No es de extrañar, pues, que el paquete turístico esté de capa caída, más cada año que pasa. En marzo, sólo el 9,7% de los turistas que vinieron a estas islas usaron esta opción. El 90,3% se montó el viaje por su cuenta, algo que cada vez pasa más por acudir a páginas como la de Airbnb con el fin de encontrar gangas.

No obstante, esa estadística tiene un lado positivo: si bien el alquiler ilegal sigue siendo masivo (roza la mitad del turismo), desciende levemente respecto al de años anteriores. Por ejemplo, en comparación con marzo de 2017 ha sido un 1,2% inferior. Y eso se puede interpretar de forma aún más positiva si se tiene en cuenta que la Semana Santa de 2017 tuvo lugar en el mes de abril. También cayó suavemente, un 2,9%, en 2017 respecto a 2016.

La Semana Santa más concurrida

Si no fuera por esa desviación de turistas hacia el alquiler ilegal de viviendas, la Semana Santa pasada no sólo sería buena, habría sido excepcional. En marzo se contabilizaron, según los datos de Frontur tratados por el Instituto balear de Estadística (Ibestat), 70.942 viajeros en Ibiza y Formentera, un 37,7% más que en 2017, cuando se llegó a los 51.518. Ese incremento se debe a la Semana Santa, pero es el mejor dato, y con gran diferencia, que se conoce desde el año 2010.

Ni aun coincidiendo esa festividad católica con marzo se había logrado antes una cifra remotamente parecida. Previamente, la más alta fue la registrada en 2016 (58.806), cuando tocó vivir el Jueves y el Viernes Santo durante la última semana de ese mes.