«No es plato de buen gusto», decía hace unos días el ya ex primer teniente de alcalde de Vila, Alfonso Molina, sobre la visita hace nueve días de agentes del Cuerpo Nacional de Policía a diversas dependencias del Ayuntamiento de Ibiza para recabar documentos sobre el caso Ibiza Crea. Tras pasar este mal trago, Molina, que figura como investigado en esta causa, no podía pensar que en menos de una semana se iba a ver forzado a dimitir por otro asunto.

Casi sin tiempo para encajar este inesperado sobresalto, Periódico de Ibiza publicaba el pasado domingo un nuevo asunto totalmente desconocido, vinculado también con nueve empresas a nombre de Molina, aunque ajeno al caso Ibiza Crea: un informe del Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB), cuya gestión está en manos del PSOE, su propio partido, en el que se le exige la devolución de casi la totalidad de una subvención, de 20.790 euros, que recibió para organizar cursos de formación en 2010.

Entonces no ocupaba ningún cargo público, pero el informe del SOIB evidencia que el también exconcejal de Hacienda cometió, como empresario, supuestamente diversos actos «fraudulentos», como la subcontratación de otras empresas suyas para contratar a los profesores, lo que, además de estar prohibido, supuso un sobrecoste de los cursos.

Aquí empezó la caída de Molina, que se consumó cuatro días después. No sirvieron de nada los intentos del alcalde, Rafa Ruiz, de salvar a su mano derecha en el Ayuntamiento, aunque para los dos grupos de la oposición era más bien el cerebro del equipo de gobierno, el alcalde en la sombra.

Lunes día 30

El alcalde pone el escudo y da la cara por el exedil de Hacienda

En lugar de responder a la información publicada, Molina opta por el silencio y se parapeta tras el alcalde, Rafa Ruiz, que da la cara por su compañero y amigo. La estrategia inicial se fundamenta en destacar que la Fiscalía ha pedido de nuevo el archivo del caso Ibiza Crea, aunque este no tiene nada que ver con el demoledor informe del SOIB.

En el primer día de la crisis, este asunto se atribuye a un montaje del PP y se compara con la situación que se produce cuando una empresa que participa en la feria Ibiza Medieval «no presenta una factura bien y la Administración le reclama que rectifique».

Martes día 1

Ruiz no le destituirá y Guanyem pide el máximo de explicaciones

Molina sigue en silencio, pese a que el Periódico revela más detalles del informe del SOIB y se agrava la situación. De nuevo, el alcalde responde por él e insiste en que cuando se produjeron los hechos Molina no ocupaba ningún cargo público. Ruiz dice que el problema estriba en «un cambio de sistema en la justificación de las subvenciones» que puso en marcha el Govern la pasada legislatura y que ha afectado a mucha gente en Balears, incluso a la Pimeef, a la que se le reclaman 400.000 euros. Ruiz descarta pedir la dimisión de Molina.

Este mismo día la Federación Socialista de Ibiza (FSE-PSOE) envía un comunicado en el que defiende «rotundamente la honorabilidad» de Molina y atribuye las informaciones del expediente del SOIB a «una campaña de desprestigio contra él y el PSOE».

Guanyem, socio de gobierno del PSOE en el Ayuntamiento, toma parte en la crisis y pide a través de un comunicado «el máximo de explicaciones».

Miércoles día 2

Molina trata de rebatir el informe del SOIB

Molina no puede aguantar más la presión y, al tercer día, trata de aclarar a algunos medios de comunicación las dudas sobre el SOIB. Pero no rebate los argumentos del organismo del Govern, sino que, tal como avanzó, por él, el alcalde, insiste en que se trata de una diferencia de criterio entre las dos partes y que anteriormente no había tenido ningún problema pese a usar la misma metodología.

Incluso apunta que el técnico del SOIB «no tuvo su mejor día» cuando redactó el documento. Molina destaca por encima de todo que «los cursos se dieron, se contrató a los profesores y se hizo todo como estaba previsto». Reconoce que le ha pasado por la cabeza la posibilidad de dimitir.

El presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, puntualiza a Diario de Ibiza que, pese a que el SOIB también le reclama una cuantiosa cantidad económica por subvenciones de cursos de formación, a la patronal no se le achaca ninguna irregularidad. «No tiene nada que ver un caso con otro», dice.

Jueves día 3

El Govern defiende al SOIB y Molina cede y dimite

Un portavoz de la conselleria balear de Trabajo desmiente los argumentos esgrimidos por Molina en su defensa y respalda la actuación de los funcionarios del SOIB en este asunto.

Podemos emite a media tarde un comunicado en el que califica de «insuficientes» las explicaciones de Molina. Poco después, pasadas las 20 horas estalla la bomba, con el anuncio de la renuncia de Molina, que se considera víctima de «una injusta persecución» y prefiere dimitir para no dañar a la institución y a su partido. Aquí se acaba la agonía de Molina, quien empieza a recibir loanzas de sus compañeros de partido a través de las redes sociales.

Viernes día 4

El alcalde no se conforma y se enfrenta con el Govern

Al día siguiente de la dimisión de Molina, el alcalde no se conforma y sorprende con unas declaraciones a los medios de comunicación en las que afirma que no sólo no está de acuerdo con lo que dice la conselleria de Trabajo, sino que incluso se lo ha hecho saber. «La conselleria tiene mucho que explicar», agrega, abriendo más la herida. La portavoz del Govern, la ibicenca socialista Pilar Costa también respalda sin matices la labor de la conselleria de Trabajo en este asunto.