El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ibiza, Alfonso Molina, presentó ayer su dimisión del cargo y la renuncia al acta de concejal como consecuencia de las irregularidades detectadas por el Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB) en la gestión de una subvención con dinero público que recibieron sus empresas en 2010.

Molina presentó su escrito de renuncia poco después de las ocho de la tarde ante el alcalde, Rafa Ruiz, y el secretario general del PSOE ibicenco, Vicent Torres. Según supo este diario, en su escrito, Molina se considera víctima de una «injusta persecución» a causa de sus actividades empresariales, previas a su llegada al Ayuntamiento. Sin embargo, en vista de las circunstancias, considera preferible dimitir para no dañar al partido y a la institución. También efectúa en su escrito un repaso a su gestión de la subvención objeto de controversia para defender la legalidad de su actuación.

El alcalde, nada más recibir el escrito, hizo una breve declaración en la que se limitó a elogiar al «excelente compañero y excelente socialista que es Alfonso Molina», a quien también califica como «uno de los mejores gestores que ha tenido la ciudad de Ibiza». Por ello, Ruiz «lamenta la dimisión» de su concejal.

Alfonso Molina había defendido anteayer mismo, en Diario de Ibiza, su actuación en relación a la subvención de 20.000 euros recibida del SOIB para organizar cursos de formación. Sin embargo, algunos hechos producidos ayer precipitaron su renuncia al cargo.

Podemos vio «lagunas»

En primer lugar, Podemos de Ibiza emitió a media tarde un comunicado en el que calificaba de «insuficientes» las explicaciones dadas por el primer teniente de alcalde. La nota de este partido supuso un golpe importante para la imagen del concejal.

«Tras analizar sus palabras, consideramos que sigue habiendo lagunas y aspectos sin aclarar», señaló Podemos, que añadió: «Nos resulta difícil entender el porqué de tantas empresas distintas, dedicadas aparentemente a objetivos parecidos y a saber si con objetos sociales similares».

Casi al mismo tiempo, un portavoz oficial de la conselleria de Trabajo del Govern balear desmentía a Molina y respaldaba la labor del SOIB, que el concejal había puesto en entredicho en sus declaraciones. La conselleria afirmó ayer a Diario de Ibiza: «Apoyamos y damos por buenas todas las actuaciones que ha realizado el SOIB en este asunto, como también respaldamos la actuación de sus funcionarios en este expediente».

Si bien el portavoz oficial de la conselleria declinó hacer más comentarios, otras fuentes relacionadas directamente con el caso aportaron algún detalle más de relevancia. Frente al argumento de Molina de que él es sólo «uno más» de los que han de devolver dinero por un cambio de normativa, estas otras fuentes agregaron que «no todos los casos son iguales al de Molina y, además, no es cierto que se haya cambiado la normativa».

En tercer lugar, El Periódico de Ibiza colgó ayer en su web el informe íntegro donde se detallan estas anomalías y que, en algunos casos, resultan ser incluso más graves de lo que había publicado ese medio.

Tras quedar al descubierto todos los pormenores de las irregularidades que le imputa el organismo público de empleo del Govern, Alfonso Molina optó por abandonar sus responsabilidades en el Ayuntamiento.

Críticas del PP

Nada más conocerse la decisión del concejal, el grupo del Partido Popular en el Ayuntamiento emitió un comunicado en el que explica que «respeta la decisión personal tomada» por Molina, pero la consideran «una maniobra para salvarle la cara al alcalde socialista Rafael Ruiz y a un equipo de gobierno que, desde el primer momento, amparó y justificó la negativa del hasta ahora concejal de Hacienda a dar explicaciones públicas, inmediatas y completas sobre sus actividades empresariales».

Además, en el comunicado, el PP considera «inadmisible que un servidor público no ofreciera desde el primer momento públicas explicaciones a los vecinos de la ciudad y a sus legítimos representantes políticos en el Ayuntamiento».