«Es doloroso», afirmaba ayer Jaume Ródenas, director del Banc d'Aliments d'Eivissa y Formentera, al anunciar su cierre. Ródenas explicó que se ven obligados a tomar esta decisión «por razones económicas», además de por la «falta de apoyo social».

A eso se suma también, indicó el poco «entusiasmo» que han mostrado las entidades a las que el Banc d'Aliments ha suministrado comida y productos de higiene, entre otros y que, según Ródenas, en ocasiones parecía que les estaban «haciendo un favor» al recoger los alimentos.

El director señaló que en los cerca de tres años de existencia del banco pitiuso, hay ayuntamientos que no han aportado «ni un euro» a pesar de que lo han solicitado con insistencia. «Decían que ya verían, pero al final, nada», indicó. Reconoció que algunas instituciones han sido «generosas», aunque matizó que son «la excepción a la regla».

De la misma forma, destacó que Ibiza es uno de los pocos lugares en los que el Banco de Alimentos carece de un local cedido por las instituciones. Desde que se puso en marcha, el banco estuvo buscando un local en el que poder almacenar los alimentos. Finalmente, en vista de que ninguna administración les cediera un espacio, ubicaron el almacén en una nave industrial cercana a la carretera de Santa Eulària, pasado Ca na Negreta.

Ródenas también destaca la falta de implicación que ha encontrado el Banc d´Aliments por parte de la sociedad pitiusa. En estos momentos, únicamente cuentan con tres de los llamados voluntarios «vinculados», es decir, aquellos que participan de forma activa de forma regular y que acuden a echar una mano al menos un día a la semana. Esto hace que sea «imposible» llevar este organismo, especialmente teniendo en cuenta que cada vez es mayor el «papeleo» y la «burocracia» a la que tienen que hacer frente.

Papeleo e incertidumbre

Papeleo e incertidumbre

«Madrid cada vez pide más papeles», indicó Ródenas, que señaló que, además, el próximo 25 de mayo entra en vigor la nueva Ley Orgánica de Protección de Datos y en Ibiza y Formentera el banco no tiene recursos para hacer frente a los cambios a los que esto obliga. «En estos momentos dedicamos el 60% del tiempo en resolver temas administrativos», concluyó. «Las crecientes exigencias administrativo-burocráticas nos imponen una carga de trabajo que cada vez es más difícil realizar con rigor dada la escasez de voluntarios permanentes», señaló.

«Todo esto es una losa», apuntó el director, que insistió en que en esta situación el Banc d´Aliments «no tenía garantía de continuidad». «No puedes estar con la amenaza de no saber qué pasará», insistió Ródenas, cuya pena ayer al anunciar el cierre contrastaba con la ilusión y el entusiasmo que mostraba hace ahora dos años y medio cuando anunciaba su constitución.

«El único objetivo de este proyecto era contribuir a ayudar a las personas más necesitadas de las Pitiusas», apuntó Ródenas, que recordó que el Banc d´Aliments ha recogido, en este tiempo, alrededor de cien toneladas de alimentos. «Sin el banco, no habrían llegado», insistió Ródenas, que lamentó los proyectos que se han quedado por el camino.

El pasado 20 de abril, cuando el patronato de la Fundació Banc dels Aliments d´Eivissa tomó la decisión de cerrar, se estableció que el cierre se llevaría a cabo «en el plazo más breve posible». A pesar de esto, no se efectuará de forma inmediata: «Tardaremos unos meses en finalizar nuestra actividad». El patronato matizó ayer en una nota de prensa que han tomado la decisión «con disgusto y pena» al ver que el proyecto «no es viable a medio y largo plazo». Lamentan tener que dar la razón a las voces que, en 2015, les advertían de que «no sería posible poner en marcha el proyecto».

En el Banc d´Aliments recordaron las donaciones «puntuales» que les han hecho los particulares en este tiempo. Casi todas realizadas por extranjeros, matizaron: «Las agradecemos especialmente ya que llegaron en los momentos iniciales, cuando tanto lo necesitábamos». También destacaron «la solidaridad real de la gente de a pie» que han podido comprobar en los dos ´Gran Recapte´ que organizaron en la isla.