Al cruzar el portal de ses Taules, varios turistas se llevan una buena sorpresa y no por contemplar el Patio de Armas, sino porque se encuentran con siete personas sin ropa, salvo un cartón cubriendo sus partes, a punto de desfilar. «Con esta acción nos pronunciamos contra la autocensura que viene impuesta en las redes sociales, que no permiten los desnudos sin estos rectángulos», explica Domingo Mestre, coordinador del festival Intramurs, que ha reunido a 30 artistas en diferentes acciones en Dalt Vila durante el fin de semana.

Entre los nudistas se encuentran Núria Martínez y Oriol Sauleda, dos poetas del colectivo Nicomedes Mendes, que toma su nombre de un verdugo de la Barcelona de finales del siglo XIX que propuso exhibir su destreza con el garrote vil, avalada por 46 ejecuciones. Martínez y Sauleda destacan que el festival ha reunido «a muchas sensibilidades, sobre todo a la hora de realizar en vivo el fanzine Cataclístic la Mordassa».

Mientras se despoja de su ropa, Carlos Llavata, el coordinador de las artes vivas de Intramurs, explica que la intención de este evento nacido en Valencia es contar con una edición paralela en Ibiza y que se convierta en «la capital de un festival mediterráneo». Llavata también ha protagonizado una de las acciones del fin de semana en colaboración con Voluntaris Sense Fronteres, retirando residuos del fondo marino de la playa de sa Penya que regalaron como souvenirs.

El desnudo reivindicativo con el que Intramurs se despide de su primera edición ibicenca se topa con un actor inesperado gracias a un policía nacional, que, visiblemente aireado, pide explicaciones a la organización y una técnica municipal de Cultura por esta acción del festival artístico, respaldada por el Ayuntamiento de Vila. Mientras tanto, los turistas ríen, bailan y se fotografían durante el desfile.