El dueño del conocido como 'chalé patera' de Santa Antonio, Agustí Sales, ha asegurado a sus inquilinos que no tendrán que desalojar la casa, pese a la orden de cierre para el día 30 de abril anunciada ayer por el Ayuntamiento. En conversación con la prensa, Sales ha indicado que han prescrito todas las ampliaciones que ha reconocido que se llevaron a cabo de manera irregular y que cuentan con orden municipal de derribo, salvo la del porche. Además se ha presentado en todo momento como víctima de una campaña de acoso por ser "la cabeza de turco del problema de la vivienda" y ha señalado que lleva a cabo un negocio "legal" de alquiler residencial, "para trabajadores y no para turistas".

"Todo va a seguir igual"

El propietario del inmueble ha salido a la calle para hablar con los medios de comunicación allí concentrados poco antes de las once de la mañana, a los que ha informado de que no efectuaría declaraciones ante las cámaras "hasta el día 1". Sin embargo, Sales ha acabado conversando durante veinte minutos con los periodistas y ha asegurado que se encuentra "muy tranquilo" y que "todo va a seguir igual", además de negar la validez de la orden municipal que obliga a desalojar el chalé, donde ahora pernoctan 80 personas, antes del día 30.

Los inquilinos consultados por este periódico también han declarado que no tienen intención de abandonar sus habitaciones, por las que pagan unos 450 euros mensuales, y han explicado que Sales les ha asegurado que podrán continuar residiendo con normalidad en el edificio.