La Guardia Civil confirmó ayer que los restos que habían aparecido la noche del lunes en Cala Sant Vicenç, en Mallorca, pertenecen al velero desaparecido desde el pasado viernes. Submarinistas del Instituto Armado cotejaron en una de sus inmersiones que la matrícula correspondía al 'Semental III', cuyo rastro se perdió el pasado viernes después de zarpar del Masnou hacia Ibiza. Salvamento Marítimo continúa la búsqueda de su único tripulante.

Una llamada de un practicante de pesca submarina a Salvamento Marítimo alertó, sobre las 21.30 horas del lunes, de que se había topado con restos de una embarcación y que podría tratarse del velero que estaban buscando. Un dispositivo especial de la Guardia Civil se activó a primera hora de la mañana de ayer y se encaminó hacia el lugar señalado. En primer lugar, el helicóptero del Instituto Armado sobrevoló la zona y confirmó la presencia de los restos de un velero que había sufrido un naufragio. De hecho, estaba a unos tres metros de la costa y sumergido a unos nueve metros de profundidad.

Una patrullera del Servicio Marítimo y los submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) del Instituto Armado acudieron también hasta este punto. Desde un principio, los vestigios del barco apuntaron a que podría tratarse del 'Semental III'. No obstante, este extremo solo se pudo confirmar por completo después de que los buceadores de la Guardia Civil llegaran al lugar donde se encontraba el casco de la embarcación y comprobaran que la matrícula se correspondía con la del velero desaparecido.

Previamente, los investigadores de la Benemérita pidieron una orden judicial para geolocalizar el teléfono móvil de César Alberto C., argentino de 37 años, el único tripulante de la embarcación. Este había enviado un whatsapp a su pareja en el que alertaba de que había sufrido una avería en el motor, la vela estaba rota, que se encontraba a la deriva y que divisaba la costa de Mallorca.

Sin rastro del patrón

Una vez confirmado que el velero era el 'Semental III,' los buceadores del GEAS escudriñaron las inmediaciones para localizar al tripulante del velero. Pese a las reiteradas inmersiones, la búsqueda del desaparecido resultó infructuosa.

El dueño del 'Semental III' zarpó sobre las cuatro de la madrugada del pasado viernes del puerto barcelonés de El Masnou. Su intención inicial era dirigirse a Ibiza. Sin embargo, escogió una jornada de fuerte oleaje con una serie de condiciones adversas. César Alberto C. no estaba familiarizado con el velero, ya que lo acababa de comprar. También había obtenido recientemente la titulación necesaria para gobernar la embarcación. Al parecer, en el momento de zarpar iba a bordo de la embarcación un patrón de barco profesional, contratado por el propietario. Ante las pésimas condiciones de navegación, el marino le instó al dueño a que le dejara en tierra firme. El comprador del velero accedió y, pese a su poca experiencia, decició ponerse al timón y proseguir la difícil travesía en mitad de un temporal infernal.

Los problemas no tardaron en aparecer: se quedó a la deriva después de que el motor sufriera una avería y la tela se le rasgara por los fuertes vientos. El velero quedó a merced del oleaje y su posición se perdió por completo. De hecho, las primeras labores de rastreo se realizaron sólo desde el aire debido a las pésimas condiciones del mar. En la tarde del lunes, Salvamento Marítimo avistó restos de velas en las inmediaciones del Cap de Formentor, pero cuando se desplazaron hasta el lugar no encontraron nada.