«Si Ibiza puede gestionar su territorio ¿por qué no puede gestionar su agua?». Esta es la pregunta que se hace el coordinador técnico de la Alianza del Agua, Juan Calvo. Esta entidad agrupa a instituciones políticas, empresas y colectivos sociales con un objetivo común: imponer sensatez en la gestión del agua en la isla. Eivissa, según Calvo, debería ser una cuenca hidrográfica propia, independiente de la de Mallorca, tal y como además prevé la legislación. La prioridad, a su juicio, es que implantar la depuración terciaria en la isla y reutilizar ese agua.

Cuando hay un invierno lluvioso, parece que la gente se olvida de los problemas del agua. ¿Cuál es la situación ahora en Ibiza?

Nos encontramos en una situación global de cambio climático, con sequía o presequía, un déficit de lluvias mayor y el agua subterránea, además, sufre una sobreexplotación muy grande. Más de la mitad de los acuíferos de la isla están sobreexplotados. Frente a esta situación, se han puesto en marcha desaladoras, y ese es el camino para dejar descansar a los acuíferos y que el consumo urbano, que es el principal, se haga a través de las desaladoras.

¿Se está fiando todo a las desaladoras? ¿No es esa una forma de dar por perdidos los acuíferos?

En el conjunto del consumo, el de tipo humano representa el 90% en Ibiza y Formentera. Para tener una garantía de agua no podemos depender de los acuíferos. Hemos de dejarlos descansar. Dependemos de las desaladoras. Tienen una ventaja, pues aunque son una infraestructura costosa, te dan una cantidad de agua infinita. Tienen un coste económico y energético, pero primero hay que sacar del coma a los acuíferos, y cuando hayamos resuelto ese problema, ya pensaremos en el siguiente. Creo que los acuíferos son lo que da vida a la isla. La agricultura depende únicamente de los acuíferos y es un sector que ha hecho sus deberes y ha realizado un uso muy eficiente, pero lo cierto es que, cuando hay sequía, a los agricultores se les corta y hay un problema de garantía de consumo. Para garantizar ese abastecimiento, dependemos de las desaladoras.

Ahora hay dos. Falta que funcione la tercera, la de Santa Eulària. Pero el verano se acerca y sigue sin funcionar...

Hemos hablado con las Administraciones competentes. Hace dos semanas hablamos con la directora general de Recursos Hídricos pidiéndole que la puesta en marcha de esta desaladora sea una prioridad. No puede ser que lleve varios años construida y tres anunciando que se abre ya. Nos han comunicado que parece que se pone en marcha este mes de marzo o abril. Esperemos que sea algo definitivo, porque con la puesta en marcha de la desaladora y la interconexión con las otras dos se garantiza el abastecimiento a todos los municipios, y también permite el desamantelamiento definitivo de la desaladora portátil de ses Eres.

Por tanto, con esta tercera desaladora ¿quedaría asegurado el abastecimiento urbano en la isla?

Creo que sí, pero también hay que trabajar con el ahorro y la eficiencia. Seguirá habiendo pozos de suministro abiertos. Se trata de que se reduzca la presión sobre estos pozos de abastecimiento.

De todos los consumidores de agua que hay en Ibiza, ¿cuál cree que es el gran derrochador?

Yo no lo llamaría derroche, porque todos somos responsables. A todos nos gusta tener agua en nuestro grifo. Lo que sí destaco es que tanto en Ibiza como en Formentera el principal destino del agua, en un 90%, es el consumo humano. Es lo contrario de lo que pasa en la Península, donde el mayor consumidor es la agricultura.

¿Han presentado alegaciones al Plan Hidrológico de Baleares?

La Alianza engloba a ayuntamientos, Consell, sector económico y social. Hemos conseguido consensuar una serie de alegaciones sobre cuestiones que creemos que no cubre el Plan Hidrológico. Lo que le hemos trasladado a la directora general es que el Plan ha de ser más ambicioso y ha de incidir más en la reutilización y la depuración. No puede haber reutilización sin una depuración idónea. Hay que dar un uso al agua que va al mar ahora mismo. No puede ser que en unas islas con tan poca agua la mayor parte de ella se vaya al mar y no se reutilice. Es un agua que además ha conllevado un doble coste: se ha desalado y se ha depurado, pero se lanza al mar. Ella, frente a este argumento, contestaba que hace falta que haya demanda, y si los agricultores no piden agua depurada... Nosotros, como Alianza, podemos ser un factor clave para buscar usuarios: los agricultores, los hoteleros, los ayuntamientos para sus parques y jardines... Pero que el Govern invierta en más depuradoras terciarias.

¿Cómo están las depuradoras de Ibiza actualmente?

Muchas de ellas están por debajo de lo necesario. Se construyeron hace años y no hubo una previsión para la población actual. Ellos garantizan que funcionan correctamente, pero si, por ejemplo, la de Platja d’en Bossa, recibe el doble de agua residual para la que está capacitada, pues dificultades ha de tener. Y la de Vila, ahora mismo vierte al mar agua de mala calidad, contaminada. No cumple los límites. Se está haciendo una nueva depuradora, pero mientras tanto, sobre todo en verano, no se depura adecuadamente. Pero, además de tener depuradoras más adecuadas, se ha de contar también, en cuanto a gestión, con un plan de isla. En este sentido, ahora mismo el Plan Hidrológico es un plan global, e incluso el estudio económico (una recopilación de costes de las infraestructuras e ingresos de los cánones) no tiene datos de Ibiza y Formentera, se han usado datos de Mallorca. ¿Cómo se puede hacer una planificación de isla, si los datos no son de esta isla? La dirección general de Recursos Hídricos nos dijo que no tenían datos, que tienen pocos medios.

¿Debería cada isla ser una cuenca hidrográfica propia y tener un plan hidrológico propio?

De hecho, la Ley de Aguas y la directiva marco así lo establecen: la planificación hidrológica se ha de hacer para cada cuenca independientemente. Y en este caso, está claro los límites: cada isla es una cuenca. No inventamos nada. La directiva marco establece un plan por cuenca, y cada isla es una cuenca. En Canarias se planifica de esta manera, y nosotros queremos lo mismo.

Pero para esto sería necesario que se transfirieran las competencias a los consells. Se ha hablado de esto, pero no hay previsiones muy concretas...

Hay cierta controversia. Nosotros creemos que como primer paso tenemos que conseguir un plan de cuenca. Y luego se han de fortalecer los órganos de decisión. Hay unas juntas insulares del Agua que se deberían convocar anualmente y ahora apenas se utilizan. Lo primero es un plan de isla y fortalecer las juntas de aguas. Y que no vengan aquí una vez al año y se vayan, sino que sea un órgano de decisión. Si el territorio se gestiona desde Ibiza, ¿por qué no se ha de gestionar el agua? Personalmente, creo que territorio y agua son dos caras de la misma moneda. ¿Por qué el territorio es una competencia insular y el agua no?

El control de los pozos particulares es mínimo. Tradicionalmente sólo ha habido un funcionario en Ibiza que vigile su legalidad. ¿Cómo ve este aspecto?

Ahora hay dos personas para toda la isla. Es algo totalmente insuficiente. No se sabe qué consumo de pozos hay. Pedimos un mayor régimen de inspección y sanción para que las sanciones concedidas de agua se destinen a lo realmente autorizado. Y, en segundo lugar, saber si se está consumiendo el agua que se ha autorizado.

Parece que algunos ayuntamientos, como el de Sant Josep, se están poniendo las pilas en la mejora de sus redes de distribución de agua para evitar fugas...

Sant Josep ha hecho un gran esfuerzo, porque viene de un historial con unas pérdidas muy elevadas, un abandono y una falta de mantenimiento enormes... Las pérdidas que tenían ya son una constancia de que no había mantenimiento. Creemos que están haciendo muy bien las tareas, han mejorado mucho las infraestructuras, sobre todo las redes de abastecimiento, y han creado un sistema de detección. Creo que es el camino que todos los ayuntamientos deberían seguir. Es importante que haya una detección temprana de las fugas. Esto por lo que se refiere a las redes públicas, pero los hoteles han de mejorar también sus sistemas. La desaladora de Santa Eulària permitirá conectar a la red hoteles que aún no están conectados. Algunos tienen su desaladora y lanzan su salmuera a la red de alcantarillado, con lo que perjudican el saneamiento y dificultan la reutilización de ese agua.

Una de las críticas que recibe el Plan Hidrológico es que permite continuar abriendo pozos en acuíferos que están muy mal. ¿Debería declararse sobreexplotado algún acuífero de la isla?

Como Alianza del Agua, hemos pedido en las alegaciones que se declare como masa de agua sobreexplotada la de sa Serra Grossa. Es un clarísimo ejemplo de una situación crítica fruto de una sobreexplotación, por el abastecimiento urbano a través de la desaladora de ses Eres. Este uso ya no existirá, lo cual es positivo, pero hay argumentos suficientes para declararla sobreexplotada y tomar así medidas para gestionarla mejor.