El año pasado abandonaron sus puestos en el Hospital Can Misses un total de 17 facultativos que estaban en plantilla, según explica la gerencia del Área de Salud de Ibiza y Formentera. Durante este mismo tiempo, afirma que se contrató a 72 médicos. «El balance es muy positivo», indica la gerente del área, Carmen Santos, que considera que estos datos «hablan por sí solos». «Demuestran que los profesionales siguen viniendo a la isla, independientemente de los problemas con la vivienda y de todo lo que se dice del catalán», afirma.

De los 72 médicos contratados para el hospital en 2017, 11 eran interinos, 52 eventuales y otros 9 sustituyeron a profesionales que se encontraban de baja o de vacaciones, detallan desde la dirección de Can Misses.

De la misma manera, la gerencia del Área de Salud pitiusa destaca que en lo que llevamos de 2018 se han producido dos bajas de médicos: la neuropediatra que se marcha de la isla «por cuestiones personales» y un traumatólogo que se acogió a una comisión de servicios en un hospital de Mallorca. En este mismo espacio de tiempo recalca que han contratado a cinco facultativos: un traumatólogo para sustituir al que se marchó, dos intensivistas para la Unidad de Cuidados Intensivos y dos médicos para el servicio de Urgencias.

Faltan médicos en España

Faltan médicos en España

Carmen Santos reconoce que hay especialidades en las que es complicado contratar médicos porque son «deficitarias en toda España», es decir, que hay menos profesionales que plazas disponibles en los centros sanitarios. «Es el caso de especialidades como Anestesia, Radiología, Pediatría y también con los médicos de familia», recalca. «Y a pesar de esto hemos ido contratando», insiste.

El jefe de Pediatría del hospital, Bartolomé Bonet, destacó que la marcha de la neuropediatra deja el servicio en una situación complicada, con seis de los siete profesionales que forman la plantilla que, además, considera que debería aumentarse en dos especialistas más para poder atender correctamente a la población de la isla.

La gerente asegura que éste es uno de los motivos por los que cuesta encontrar profesionales. «Hay muchas circunstancias que influyen, no se puede achacar sólo a una», indica Santos, que explica que en estos momentos, pasados los recortes y las restricciones económicas, muchas comunidades están ofreciendo plazas en sus centros sanitarios. Esto supone no sólo que profesionales de otras zonas de España dejen de venir a Ibiza porque encuentran trabajo cerca de sus lugares de origen, sino también que algunos de los que llegaron a las Pitiusas hace un tiempo se planteen regresar si encuentran una plaza en la Península que les convenza.

Esto está ocurriendo, indica, especialmente con Andalucía, que durante los últimos años ha sido una de las comunidades de la que han llegado más profesionales a las islas.

La gerente descarta que el problema de la vivienda o el decreto de catalán que obliga a los sanitarios a conocer este idioma sean motivos por los que profesionales decidan marcharse de las Pitiusas. Tampoco son razones que les disuadan de venir. «No parece haber una relación directa. No por sí solas. Son muchas las circunstancias que se tienen en cuenta a la hora de tomar una decisión así», continúa.

Santos defiende que Can Misses es un hospital «atractivo» para los profesionales: «Tiene un campo amplio de actuación, es muy innovador y con mucha proyección de futuro». Además, señala que aunque se trata de un hospital comarcal, al ser islas, su cartera de servicios es más amplia que la de otros hospitales de la misma magnitud de la Península que, para ciertas pruebas o intervenciones, deriva a los pacientes a hospitales de referencia.

De la misma manera, señala que el plus de fidelización y la carrera profesional, así como que desde hace tiempo se ofrecen contratos largos, de un año mínimo, son «buenos alicientes». De todas formas, reconoce que para la mayoría de profesionales la cuestión económica no es prioritaria. A esto, indica, hay que añadir lo que ofrezca luego cada servicio a la hora de las contrataciones para que éste resulte atractivo a quienes se interesan por las plazas.

Sin embargo, la gerente recalca que, en casi todos los casos, la decisión de aceptar o no una plaza en Ibiza o de marcharse de la isla se toma por «cuestiones personales». En el caso de los médicos que han venido de fuera, explica que en muchos de los casos abandonan la isla cuando tienen hijos porque les resulta complicado sin apoyos y porque quieren que sus niños se críen cerca de sus familias. Otros se marchan también cuando sus padres se hacen mayores o coincidiendo con el momento en el que los hijos deben salir de la isla para estudiar una carrera. «He visto a médicos de familia despedirse con pena de sus pacientes», asegura Santos.