La economía de las Pitiüses seguirá su tendencia al alza de los últimos años, pero a un ritmo menor, «más normal», según la presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), Carmen Planas, que pronostica que este año se cerrará con un crecimiento del 3,1%, 0,4 puntos menos que en 2017.

Las Pitiüses fueron «las primeras islas» del archipiélago que se recuperaron de la crisis económica y, tras alcanzar «las cifras más altas en la actividad», ahora su crecimiento «se está moderando». Al igual que el año pasado, la patronal CAEB, que acoge empresas de todos los sectores productivos de las islas, también pronostica que la economía pitiusa crezca en 2018 por encima de la media balear, que se prevé que sea del 3% aproximadamente, 0,3 puntos menos que en el ejercicio anterior.

Carmen Planas advirtió de que, pese a las buenas previsiones para este año, hay una serie de amenazas internacionales, como el brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que todavía está en fase de negociación con la UE) las políticas proteccionistas del gobierno de Donald Trump en Estados Unidos o la posible subida de intereses, que, en todo caso, dijo Planas, se prevé que suceda a partir del próximo año 2019.

Desaceleración más acusada

La economía de Ibiza y Formentera, además de ser la que más creció el año pasado en el conjunto de la Comunitat Autònoma, también fue la que sufrió «una ralentización más acusada», al bajar del 4,1% de 2016 al 3,5%. De hecho, el diferencial que separa el valor de crecimiento de las Pitiüses con el de la media del archipiélago balear (0,2 puntos) es «el más reducido de los últimos 13 años». Según las previsiones de la patronal, este margen se reducirá un poco más este año (0,1).

La contención de la actividad en las Pitiüses se refleja en la trayectoria de los indicadores de la demanda. Por ejemplo, el aumento del volumen de mercancías descargadas en los puertos de las Pitiüses se ha reducido notablemente al pasar del 20,9% de 2016 a sólo el 1,2% el año pasado. Esta bajada es mucho más acusada, además, que en la totalidad de los puertos de Balears, que el año pasado registraron un incremento del 3,3%, cuando el anterior fue del 10,2%.

La ralentización de la economía se explica también en el consumo de carburantes, que hace dos años aumentó un 6,3% y en 2017 un 2,1%, por debajo de la media balear (2,4%). Otro parámetro destacable, que constata el freno en el aumento del consumo privado, es el del descenso del número de vehículos matriculados en Ibiza y Formentera en 2017 (-23,2%) cuando en 2016 subió un 2,8%. En cambio, en la media de Balears aumentaron un 10,8% (un 35,3% en 2016).

La actividad en la construcción, que en Ibiza y Formentera creció un 3,1% en 2017, también se ha moderado considerablemente respecto al año anterior (3,6%), cuando en el ámbito regional el empuje ha sido mayor, con un aumento del 3,8%, por encima del de 2016 (3,5%). Precisamente, la afiliación de trabajadores en el sector de la construcción subió el año pasado en un 7,9%, cuando en 2016 fue del 9,2% (la media de Balears fue de un aumento del 11%).

Otro de los sectores que contienen el crecimiento de la economía pitiusa es la industria, cuyo ritmo se ha desacelerado notablemente, según la CAEB, al pasar del 3,5% de 2016 al 2,3% del año pasado.

En cuanto a la actividad turística, el crecimiento de la actividad también se ha frenado (4,2% en 2016 por 3,5% en 2017). La patronal balear destaca que la llegada de turistas internacionales se ha moderado al pasar de un incremento del 16,7% en 2016 al 5,9% la temporada pasada, lo que provocó que la ocupación hotelera de 2017 no consolidara «los máximos alcanzados en 2016».