Unas pensiones que les permitan «vivir», que no sean «un insulto», que sean «dignas». Por eso se echaron ayer a la calle más de mil personas en Ibiza, convocadas por la plataforma Basta Ya. Hartazgo, cansancio, indignación, enfado, incluso, fueron algunas de las palabras empleadas por muchos de ellos para explicar cómo se sienten. «Hay que volver a la lucha», afirmó el presidente de la plataforma, Francisco Alarcos, que se dirigió a los asistentes, entre los que había representantes de tres generaciones.

Muchos de ellos portaban pancartas con mensajes escritos por ellos mismos: «No al 0,25 ¡Dignidad!», «Impuesto a la banca para los ciudadanos», «Mariano no metas la mano», «Las pensiones no se tocan», «Gobierno dimisión, sube la pensión» y «Político que no vale, de vuelta a los corrales», entre otros.

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Manifestación por unas pensiones dignas en Ibiza

«Hay que salir, estar indignado. ¡Jóvenes! ¡La lucha es vuestra!», arengó el presidente, que no dejó títere con cabeza durante su discurso. Acusó al gobierno del PP de «salvar a la banca» en vez de preocuparse por los ciudadanos. Y también al gobierno socialista de Zapatero, «por congelar y recortar» las pensiones «y dar pie al PP, que vino a saco». También criticó a los sindicatos por haberse «olvidado» de los trabajadores durante más de diez años y, aunque les agradeció que ahora les apoyen, les recordó que habían pedido que acudieran sin banderas. Una petición que obviaron varios integrantes de Comisiones Obreras (CCOO), algo que les recriminaron algunos de los asistentes. Pero Alarcos no se quedó ahí, reconoció que la situación actual, de las pensiones y laboral, es «culpa de todos» por haberlo permitido. Entre los asistentes había un número considerable de integrantes del PSOE y de Podemos.

Pensiones de 1.100 euros

«Cuando llegan al poder, están cuatro años y se olvidan de todo», criticó Francisco Cruz, vicepresidente de la plataforma después de que otro de los integrantes leyera, en catalán, las peticiones: pensiones mínimas de 1.100 euros, que éstas se incluyan en los Presupuestos Generales del Estado, que se revierta la política de empleo y que no haya desigualdad en las prestaciones de las mujeres. En este mismo sentido iba el manifiesto leído por Laura García, del colectivo feminista Figa de Pic, que recordó que sólo el 31,4% de las personas con derecho a pensión en Balears son mujeres y que éstas, además, cobran un 23,25% menos que los hombres.

El presidente de Basta Ya hizo mucho hincapié en que la lucha por las pensiones no es sólo de los que ya están percibiéndolas, sino de toda la sociedad. También de los jóvenes: «Vamos a ver, muchachos, tendréis pensiones si salís a la calle, entonces habrá presupuesto». De hecho, entre el millar de asistentes había un número considerable de jóvenes. Uno de ellos, el rapero Siker (integrante del grupo La Insurgencia, condenado a dos años y un día por ensalzar a los Grapo), que tomó la palabra y destacó que los jóvenes tienen «la obligación moral» de apoyar la reivindicación de los pensionistas. También recordó que Zapatero «fue quien subió la edad de jubilación a los 67 años» y calificó de «insulto» la subida del 0,25%. «Los pensionistas son imparables», apuntó un portavoz de la plataforma No más precariedad, cuyos carteles blancos y rojos alzaban muchos de los asistentes sobre el mar de manifestantes, que aplaudieron todos y cada uno de los discursos y gritaron sin descanso: «Las pensiones no se tocan», «Mariano, mamón, no nos toques la pensión», «Más pensiones, menos ladrones» o «Mariano, capullo, el pueblo no es tuyo».

El presidente de Basta Ya se mostró «muy contento» con la asistencia a la concentración, durante la que recogieron cerca de mil firmas para exigir una mejora de las pensiones. Hasta se les gastó la tinta de los bolígrafos y tuvieron que pedir a los asistentes que les dejaran algunos.

Una de las cosas que más valoró Alarcos fue el apoyo de la gente joven: «Hay mucha gente interesada en participar». El presidente aseguró que no pararán y que continuarán con las movilizaciones en la isla, en las que confían en reunir a más gente aún de la que se dio cita ayer en el parque de la Paz: «Con la concentración de hoy nos hemos dado cuenta de que podemos organizar una gran movilización en cualquier momento». «Tenemos que pelear», insistió Alarcos, una vez acabada la protesta, con los asistentes aún coreando consignas.