El alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, manifestó ayer que el Ayuntamiento que preside permanecerá vigilante sobre los futuros usos del puerto deportivo Marina Botafoch, así como de las bases del nuevo concurso». Ruiz hizo estas declaraciones al valorar la decisión de la Autoridad Portuaria de Balears de notificar a la actual empresa que no tiene intención de prorrogar la concesión, dado que su propuesta «no tiene interés público».

Ruiz señaló que siempre ha sido partidario de la «concurrencia pública». «La ampliación de los plazos, aunque sea con una inversión, es un invento de Rajoy que yo no comparto», añadió.

El equipo de gobierno velará a partir de ahora porque «este sea un puerto deportivo más penetrable por la ciudadanía y que no sea un patio privado, pues muchos ibicencos no lo ven ahora como un lugar más de Ibiza».

«No sólo grandes esloras»

El Ayuntamiento también quiere evitar que en Marina Botafoch se hagan «ni más instalaciones ni discotecas ni amarres sólo para grandes esloras, puesto que la mayoría de los ibicencos no tienen grandes barcos».

«Mi objetivo», añadió, «es que este sea un puerto ordenado», dado que en los últimos años se habían producido una serie de prácticas que no iban precisamente en esa dirección, afirmó.

El alcalde de Ibiza reiteró que desea un puerto deportivo «más permeable y más abierto al paseo», sin vallados que los aparten del resto del entorno. «Y, desde luego, queremos que no se ocupe más espacio de agua, porque en los últimos años ya se había ocupado mucho».

En cuanto a la posibilidad, como han solicitado los amarristas, de que el puerto sea gestionado directamente por una institución pública, el alcalde lo ve difícil: «Hay pocas experiencias conocidas», dijo. Además, señaló que, al menos en el caso del Ayuntamiento, no hay personal suficiente para gestionar el trabajo que ello supondría.

Aparte de la falta de «interés público» en la propuesta de la actual concesionaria, la Autoridad Portuaria ha tenido en cuenta los «incumplimientos» cometidos por ella en estos años.