Puede que la huelga de ayer no paralizara la sociedad, pero sin duda «representa un antes y un después», como afirmaba una de las participantes en los actos de ayer, pues el 8 de marzo ha pasado de ser una efeméride que normalmente transcurría inadvertida para la mayor parte de la población a convertirse en un día especial.

El paro fue especialmente visible entre las funcionarias y profesionales de la educación, pero escaso en las empresas privadas. «No puedo hacer huelga porque hace sólo dos meses que me han contratado en la empresa y no me interesa que mis jefes me miren mal», afirmaba ayer Jocelyn Guerrero, empleada en un supermercado de Ibiza. «Estoy a favor completamente de lo que se está pidiendo, pero al final has de mirar por tu propio caso antes que nada», añadía. Y recordaba que, como madre de dos niños de corta edad, su obligación era «conservar el puesto de trabajo».

En un comercio de la Avenida de España, una mujer estaba detrás del mostrador por una sencilla razón: «Soy la dueña del negocio y no puedo permitirme cerrar ni un solo día». Su única empleada, una dependienta, había optado también por trabajar con plena normalidad.

Tal vez casos como estos explican el hecho de que en la calle no se notara una disminución apreciable de la actividad en comercios, negocios y empresas en general.

Pero en el ambiente flotaba la sensación de que se trataba de un día especial. En los colegios, los padres ya habían sido advertidos de que habría clase pero seguramente no se impartiría el temario habitual. De hecho, cientos de niños pasaron el día en las aulas viendo películas y jugando en el recreo, pero también siendo informados del significado de esta jornada.

Por primera vez en la historia, una huelga feminista servía de altavoz para unas reivindicaciones que aún hoy, en pleno siglo XXI, siguen vigentes.

Las entidades convocantes en Ibiza iniciaron la jornada con una sonora batucada en el edificio Cetis, protagonizada por las activistas de Aiyé, que hicieron sonar sus tambores a partir de las 12 en medio de un ambiente festivo, que terminó convirtiendo la concentración en un animado baile al que se sumaron concejalas progresistas del Ayuntamiento de Ibiza y funcionarias de dicha Corporación. Unas 300 personas, mujeres casi todas, asistieron al acto, aunque también pasaron por allí el alcalde, Rafa Ruiz, y otros concejales del equipo de gobierno.

Batucada en el Día de la Mujer en Ibiza

Batucada en el Día de la Mujer en Ibiza

Batucada en el Cetis

Fue la concejala del PSOE Carmen Boned quien señaló que gracias a esta huelga feminista «habrá un antes y un después, porque este 8 de marzo no es un día normal».

Mientras tenía lugar la batucada en los exteriores del Cetis, en el interior de las dependencias municipales eran numerosas las funcionarias que continuaban en su puesto de trabajo. Según explicó luego el Ayuntamiento en una nota de prensa, el seguimiento del paro en la plantilla municipal fue de un 25% de las mujeres que la integran.

Otros servicios dependientes del Ayuntamiento de Vila, como las dos escoletes que tiene, cerraron también a causa de la huelga, y lo mismo sucedió, ya por la tarde, con la biblioteca de Can Ventosa.

En cambio, el Ayuntamiento de Santa Eulària destacó por ser el Consistorio pitiuso donde menos respaldo tuvo la huelga entre su plantilla femenina: de 126 mujeres, sólo secundaron el paro nueve, según confirmó el equipo de gobierno.

16

Batucada por el Día de la Mujer

En cuanto al Consell, no habrá datos oficiales hasta hoy, pero una somera mirada a través de las diferentes plantas de la sede principal a media mañana ponía de manifiesto que la mitad de los puestos de trabajo estaban vacíos. Sus principales cargos políticos femeninos, tanto del PSOE como de Podemos, secundaron el paro.

Los colegios e institutos fueron los lugares donde más se notó la huelga, si bien en el conjunto de la isla de Ibiza sólo una cuarta parte (el 26%) de los docentes no incluidos en los servicios mínimos secundaron el paro, según las cifras del sindicato STEI. En Formentera, la participación de los profesores habría sido mayor: un 53%.

La dirigente del sindicato en Ibiza Joana Tur aseguró que en todos los centros educativos la huelga tuvo algún tipo de incidencia.

La jornada paso inadvertida en la sanidad pública. Sólo 38 trabajadores de un total de 830 dejaron de trabajar en el Área de Salud.

A las dos del mediodía tuvo lugar en el Parc de la Pau una concentración feminista, donde un Grupo de Hombres Solidarios aportó comida en el Punto de Abastecimiento para Mujeres en Huelga instalado en una carpa. Partidos de izquierda estuvieron presentes a lo largo de toda la jornada, y algunos, como el PSOE, instalaron también una carpa en el Parc de la Pau.

La patronal CAEB de Balears emitió un comunicado en el que afirmó que la huelga «no ha afectado a la actividad de las empresas» y destacó el «escaso seguimiento» en los diferentes sectores económicos.

Por su parte, Itziar Arratibel, portavoz del colectivo feminista Figa de Pic, cifró en un 60% el seguimiento en los juzgados de Ibiza, y también resaltó el elevado seguimiento que, según dijo, se registró en Correos. Arratibel subrayó la «gran diversidad de mujeres» que durante la jornada de ayer se sumaron a la protesta. «Como es la primera vez que se organiza algo así, no sabíamos qué iba a pasar», añadió. Y calificó el resultado final como «un gran éxito».