El conseller balear de Educación, Martí March, pidió ayer «tranquilidad» con el tema de la lengua, especialmente en la enseñanza. «Usar la lengua como un instrumento político no me parece bien», insistió el conseller, que ayer estuvo en Ibiza para conocer los colegios Puig d´en Valls y Sa Blanca Dona, dentro de la serie de visitas con la que se ha propuesto acudir a todos los centros educativos de las islas antes de que acabe la legislatura. «Las lenguas son instrumentos de comunicación, no de confrontación», continuó el conseller, que defendió que lo importante «es que al acabar la etapa obligatoria los estudiantes sepan hablar castellano, catalán y un tercer o incluso un cuarto idioma».

March abogó por que cada centro educativo tenga su propio proyecto lingüístico, «de acuerdo a la tradición, los recursos y el tipo de alumnos».

En este sentido, calificó de «mala política» la dinámica «de usar primero el adoctrinamiento y ahora la lengua» como arma ya que, indicó, esto complica la posibilidad de alcalzar un pacto educativo, tanto en las islas como en el ámbito estatal porque genera «desconfianza» entre los grupos parlamentarios y la comunidad educativa.

«No se puede usar vilmente el tema de la lengua como instrumento de politización», continuó el conseller después de ver cómo ha quedado la reforma del colegio Puig d´en Valls, en la que se han invertido 120.000 euros. March recalcó que uno de sus objetivos esta legislatura ha sido «intentar tener una paz educativa lingüística». «En el tema de lengua hay que ser sensible, no visceral», continuó el conseller antes de afirmar: «No queremos que nuestros estudiantes sean monolingües, queremos estudiantes plurilingües que sepan castellano, catalán y otros idiomas».

El conseller insistió en la importancia de dejar la lengua fuera de la contienda política: «Sería interesante dejar un poco la lengua en paz, dejar que los centros hagan su trabajo pedagógico y de forma tranquila sin una incursión política, que no es buena para la educación». De la misma manera, March cargó contra el gobierno de Bauzá: «La pasada legislatura fue un ejemplo de lo que no se debe hacer en política educativa y lingüística».

Obras de Cala de Bou

Por otra parte, el conseller explicó que aún están «trabajando» en el proyecto definitivo del futuro colegio de Cala de Bou, que confía que esté terminado en junio. De ser así, las obras podrían comenzar «durante este año o principios de 2019». Esto mismo, que están «trabajando», afirmó sobre la reforma del colegio Sant Carles.

El conseller no quiso adelantarse a los posibles problemas de escolarización que pueda ocasionar el retraso en el inicio de las obras del colegio de Cala de Bou. «Ses Planes está funcionando [en las Escoles Velles de Sant Agustí] y aún queda espacio para escolarizar a más chicos», indicó March, que añadió: «Si hay necesidades, daremos la respuesta adecuada, pero la realidad demuestra que el año que viene el centro dará respuesta a las necesidades de escolarización». De la misma manera, a pesar de que su política es «quitar aulas modulares en lo que queda de legislatura», no descarta tener que recurrir a barracones: «Nuestra política de infraestructuras no está en función de quitar o no modulares, es escolarizar en las mejores condiciones».