Plataformas como Airbnb o TripAdvisor nacieron al calor de la llamada economía colaborativa, por la que, en principio, los particulares podrían beneficiarse de dos maneras: los propietarios, alquilando total o parcialmente sus viviendas; los turistas, alojándose en ellas a precios módicos. Pero tanto en España como en las Pitiusas, ese ideal se ha visto pervertido por la cruda realidad: alrededor del 10% de los inmuebles que se comercializan ilegalmente en Ibiza están en manos de sólo 12 particulares, gestores o empresas, según se deduce de las investigaciones realizadas por el departamento de Turismo del Consell de Ibiza.

Hay al menos dos casos en los que la conselleria ibicenca de Turismo ha detectado más de un centenar de viviendas turísticas en manos de un solo particular o sociedad. Así, hace sólo tres meses, y tras «un trabajo minucioso de dos inspectores» de la institución, se abrió un expediente «a un solo comercializador que ofertaba 105 inmuebles a su nombre en una única plataforma», según detalló ayer Vicent Torres, Benet, director insular de Turismo de Ibiza.

Medio millar en una sola mano

En este caso, se pudo comprobar quién era la persona física que los alquilaba en una plataforma web. Pero hay otro aún más intrigante al que los inspectores siguen aún la pista para averiguar quién está detrás del monumental entramado que maneja: se trata de otro titular a cuyo nombre, posiblemente ficticio (y tras el que, probablemente, se encuentre alguna empresa, lícita o no) se comercializan nada menos que 501 pisos en la isla de Ibiza, una cantidad que poco tiene que ver con la llamada economía colaborativa.

Además, el Consell tramita una serie de expedientes contra el alquiler ilegal de viviendas turísticas en plataformas como Airbnb o Tripadvisor- es decir, que no cuentan con los debidos requerimientos, como el número de licencia turística- que afectan «a 10 particulares que comercializan de 20 a 30 inmuebles cada uno». Uno de esos casos alquilaba 79 inmuebles en esas páginas web. Benet recalca, no obstante, que «de esas viviendas, todavía hay que depurar cuáles son legales y cuáles no».

Es decir, alrededor de un millar de los inmuebles que se alquilan ilegalmente en las Pitiüses a través de Internet están en manos de sólo una docena de particulares, empresas o gestores. Serían alrededor del 10% de las viviendas turísticas que se ofertan en la red, si se tiene en cuenta el calculó recientemente realizado por el director de Estudios e Investigación de Exceltur, Óscar Perelli. Según este experto en turismo, Homeaway, TripAdvisor, Niumba, Airbnb y otras plataformas similares comercializan unos 12.000 inmuebles en Ibiza, de los que sólo unos 1.600 cuentan con los permisos pertinentes para realizar esa actividad. Y sólo un individuo/gestor/sociedad, de momento escurridizo/a, maneja el 5% de toda esa gigantesca oferta.

El 71% tiene un solo anuncio

Airbnb confirmó ayer, a través de su departamento de prensa externo, que «en Ibiza, el 71% de los anfitriones tienen un solo anuncio». Es decir, que el 29% restante posee más de uno. «La gran mayoría de la comunidad de anfitriones es gente corriente que comparte un espacio en su hogar algunas noches al mes», afirman desde la plataforma.