El Juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza ha condenado a un año y medio de prisión a un hombre de nacionalidad española y de 33 años (A.L.M.) por reventar seis coches en menos de 24 horas (entre el 14 y el 15 de marzo) para sustraer los objetos de valor de su interior. La defensa del autor de este delito continuado de robo con fuerza consiguió una rebaja de once meses de la pena tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía (que en un principio solicitaba dos años y cinco meses de cárcel) tras alegar que su cliente, que contaba con antecedentes penales, sufría una «grave adicción a las drogas». La jueza, Clara Ramírez de Arellano, dictó sentencia in voce y el acusado fue trasladado al centro penitenciario de la isla.

Los seis asaltos por los que se condenó el pasado miércoles, día en el que estaba prevista la celebración del juicio, a A.L.M., ocurrieron en menos de 24 horas. El primer robo que perpetró este delincuente fue el 14 de marzo, entre las 20 y 23.30 horas en la avenida de Sant Jordi (en Vila), donde rompió la ventanilla delantera izquierda de un todoterreno y sustrajo una chaqueta de piel, dos pendrives, dos perfumes, unas gafas de sol y una navaja, entre otros artículos. No conforme con el botín, a continuación logró acceder, «sin romper nada», a otro vehículo, un Ford Ka, que se encontraba a escasos metros del anterior y del que se llevó unas gafas de sol, un cargador de móvil y una colonia. El ladrón rompió la ventanilla de un tercer vehículo de la marca Mercedes, pero el propietario frustró su robo al sorprenderle cuando rebuscaba en el interior del turismo, según describe el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación.

Pillado 'in fraganti'

A las 7 horas del día siguiente A.L.M., que tenía sus facultades mentales «igualmente alteradas por el consumo prolongado de sustancias estupefacientes», se desplazó a la calle Sant Francesc de ses Salines. Para evitar ser identificado, cubrió su rostro con una braga de cuello de color negro y perpetró el cuarto asalto cuando apenas habían transcurrido ocho horas del anterior tras romper la ventanilla de un turismo de la marca Opel, pero no robó ningún objeto. Posteriormente, hizo lo mismo en un Renault Clio, del que sustrajo nueve discos compactos y una funda de gafas de sol. Cuando se disponía a robar en un tercer coches (el sexto en menos de 24 horas), fue sorprendido por una patrulla de la Policía Nacional, que procedió a su detención. Como consecuencia, permaneció en el calabozo de la comisaría tres días.

Tras su arresto, la Policía Nacional informó de que había organizado un dispositivo de seguridad a raíz de las denuncias y explicó que el ladrón utilizaba el mismo método: se servía de una piedra para romper las ventanillas de los vehículos y así acceder a su interior. Además, siempre vestía la misma ropa cuando cometía los robos, por lo que su aspecto «estrafalario» facilitó que varios testigos le identificaran.