El Govern balear está redactando un decreto que permitirá a los agentes de medio ambiente multar in situ a todas aquellas embarcaciones que fondeen sobre posidonia en la costa. Y no sólo en las áreas protegidas. Así lo ha explicado esta mañana en declaraciones a IB3 Radio el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Miquel Mir.

Las praderas de posidonia oceánica constituyen un hábitat marino de primer nivel y son una especie catalogada con la máxima protección por parte de la Unión Europea, entre otras motivos porque su presencia es vital para el mantenimiento del ecosistema de toda la costa.

Baleares es la comunidad autónoma de España con más extensión de esta emblemática planta marina. Por este motivo, la conselleria de Medio Ambiente ha recuperado el proyecto de monitorización de las praderas con el objetivo de vigilar el crecimiento, sus amenazas y su entorno. Se utilizan fondos de la ecotasa para instalar estaciones de control en los puntos claves de las praderas, después de que en 2012 el Govern del PP decidiera desmantelar las zonas de control.

Baleares cuenta con una superficie de unos 633 kilómetros cuadrados de praderas de posidonia oceánica situada a lo largo de su costa, muy cerca de la orilla. La distribución geográfica estimada es de una superficie de 411,39 metros cuadrados en el litoral de Mallorca, de 139,74 en el de Ibiza y Formentera y de 82 en Menorca.

Las islas son la comunidad autónoma con más superficie de praderas de posidonia del Estado. De hecho, el 50% del área de esta planta acuática inventariado en España está ubicada en aguas de Baleares.