El joven encarcelado de forma provisional por el homicidio de Santiago Garrido en la madrugada del día de Navidad del año pasado está acusado por otra agresión que, presuntamente, cometió a las 5 de la mañana del 17 de julio de 2016. Por este ataque, el ministerio público reclama para el acusado, Steven G. Z., alias 'El Nea', nacido en Colombia y de 23 años de edad, dos años de prisión por la presunta comisión de un delito de lesiones.

Según la denuncia de la víctima y el relato de los hechos del escrito de acusación de la Fiscalía de Ibiza, el acusado mantuvo una discusión con un hombre, al que empujó y tiró por unas escaleras de la avenida de España de Vila. A consecuencia de esta caída, el hombre se fracturó cuatro dedos del pie izquierdo y se hizo una fisura en el tobillo derecho.

Las heridas del hombre tardaron 60 días en curar y durante todo ese tiempo estuvo impedido para desarrollar su trabajo habitual. Como secuelas, a la víctima le han quedado un dolor en los dedos fracturados y una ligera cojera. Además de los dos años de cárcel, el ministerio público pide que el acusado indemnice a la víctima con 3.600 euros por los 60 días en los que estuvo impedido y 5.000 más por las secuelas.

Steven G. Z. fue puesto a disposición del juzgado de guardia el domingo por la mañana. Tras declarar en el Juzgado de Instrucción número 2 se ordenó su ingreso en prisión con carácter provisional y sin posibilidad de fianza.

La Policía Nacional considera al acusado el autor material del homicidio del ibicenco Santiago Garrido, de 23 años de edad, a quien, supuestamente, golpeó con una botella en la cabeza en la madrugada del día de Navidad en el paseo de ses Figueretes. No está claro si el móvil de la agresión fue el robo del smartphone de la víctima o se trató de un ataque gratuito. Según el padre de Santiago, Jesús Garrido, en el momento de la agresión a su hijo había cuatro personas, dos chicos de nacionalidad colombiana y dos chicas españolas menores de edad.

El joven regresó a su casa y se acostó. Al día siguiente sus padres se lo encontraron muerto.

Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de Ibiza arrestaron a tres jóvenes por la muerte del joven, uno de los cuales quedó en libertad tras declarar en comisaría. Los otros dos fueron conducidos el domingo al juzgado. Mientras que uno fue enviado a prisión, sospechoso de ser el autor del botellazo que, presuntamente, acabó con la vida de Santiago Garrido, el otro quedó en libertad con cargos con la obligación de comparecer en el juzgado todos los lunes. Completamente indignado, el padre de la víctima anunció el lunes que ha pedido a su abogada, Ascensión Joaniquet, que recurra la libertad provisional del segundo joven detenido por los agentes de la UDEV. «No estoy de acuerdo con la justicia, es una vergüenza, es como tirar a la basura todo el trabajo de la Policía, así que he pedido a mi abogada que recurra la decisión del juzgado de guardia», declaró.

'Los Guasones'

Los detenidos, explicó la Policía Nacional, están integrados en un grupo organizado radicado en la ciudad de Ibiza, en concreto una banda formada por personas de origen latinoamericano.

Los agentes comprobaron que entre los miembros de este grupo existen «diferentes rangos jerárquicos con tareas bien definidas». De hecho, los agentes descubrieron que para acceder a la banda se exige a los nuevos miembros pasar por diversos ritos de iniciación. Esta banda, cuyos miembros se llaman a sí mismos 'Los Guasones', se dedica al robo, denunció Garrido. Tras la detención de varios de sus miembros, 'Los Guasones' «se han diluido», señalaron ayer fuentes conocedoras del caso. La detención de los sospechosos se precipitó la semana pasada una vez que los investigadores descubrieron que el teléfono móvil de la víctima estaba en Barcelona.

Una vez localizada la persona que tenía el móvil, proporcionó a los investigadores datos que permitieron relacionar el teléfono con una persona residente en Ibiza que se dedica a las reparaciones de dispositivos móviles. Tras encontrar a esta persona en Vila, los agentes de la UDEV situaron el origen del teléfono móvil en un grupo de jóvenes que se dedican a robar todo tipo de dispositivos electrónicos, informó la Policía Nacional en un comunicado.

Gracias a esta información, los agentes pudieron comprobar que los datos aportados por la persona que envió el teléfono a Barcelona coincidían con los que se tenían de la organización juvenil que estaba siendo sometida a vigilancia en Ibiza, por lo que se procedió a la detención de tres de los componentes del grupo, añadió Interior.