El proyecto de reforma del paseo de ses Figueretes que promueve el Ayuntamiento de Ibiza contempla el derribo de una piscina con un solárium y dos terrazas situadas en primera línea que invaden la zona de dominio público y cuya concesión de uso por parte de la Demarcación de Costas ya está caducada.

La piscina (una grande y otra pequeña) y el solárium del hotel Ebeso cortan la playa que se encuentra justo en el punto, pegado al hotel Los Molinos, donde empieza o acaba el paseo de ses Figueretes. A pocos metros hacia el oeste, frente al edificio de apartamentos y suits Sud Ibiza, se encuentra una gran plataforma que obstaculiza la línea de costa y, justo al lado, otra más pequeña y a un nivel inferior que el restaurante Soleado emplea como terraza.

El derribo de todas estas construcciones se incluye en el proyecto de reforma del paseo, que, con un presupuesto de 4,3 millones de euros, se financiará con fondos del impuesto turístico (2,6 millones) y del Ayuntamiento de Ibiza y el Consell (20% cada institución). El Consistorio proyecta que las obras empiecen tras la próxima temporada turística, a partir de octubre, y que se ejecuten en dos fases, con una interrupción durante el verano de 2019.

Plataformas que se derribarán con la reforma del paseo.

El alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, recuerda que durante la «época del boom turístico» se hicieron «auténticas aberraciones» en primera línea de costa en ses Figueretes que ahora con la reforma del paseo se podrán corregir en parte. «Vamos a recuperar metros de playa. Se va a quitar cemento para recuperar la costa», explica Ruiz, quien destaca así «el incuestionable valor ambiental» del proyecto.

Uso del impuesto turístico

De este modo, Ruiz trata de rebatir las críticas que se han lanzado en contra del uso de los fondos del impuesto turístico para reformar el paseo. En este sentido, el alcalde también recuerda que una parte importante del proyecto consiste en la sustitución de las canalizaciones y la separación de la red de pluviales de la de fecales, además del cambio de la estación de bombeo que impulsa las aguas residuales hacia la depuradora.

«Se ha hablado mucho del emisario de Talamanca, pero en ses Figueretes también hay continuos vertidos de fecales. Lo que se ve del paseo está mal, pero peor está lo de dentro [las canalizaciones]. También la mejora del saneamiento repercute positivamente en el medio ambiente», defiende.

Reordenación de las terrazas

El proyecto también prevé recuperar espacio municipal en el paseo que ocupan de forma irregular algunas terrazas. «Se reordenará este espacio con una nueva distribución en la línea de lo que se ha hecho en Vara de Rey y la Plaza del Parque», dice Ruiz.

La Demarcación de Costas ha dado el visto bueno al Ayuntamiento para el derribo de las plataformas que invaden la costa. El alcalde explica que se acordó con Costas la inclusión de estas obras (son de su competencia) en el proyecto del paseo a cambio de lograr «una tramitación rápida» del mismo. De hecho, la reforma sólo afecta al tramo actual sin la posibilidad de ampliarlo por la zona de Los Molinos, por el este, y es Viver, por el oeste, en contra de lo previsto inicialmente, para no demorar más esta intervención.

Si el Consistorio se plantease ir más allá de los límites actuales o ganar espacio al mar, la tramitación por parte de Costas podría durar «un mínimo de entre tres y cuatro años». Por ello, el equipo de gobierno ha optado por ir por «la vía rápida y práctica». «Mi idea e ilusión es que más adelante se pueda prolongar el paseo por los dos lados. Ahora sólo es factible esto», indica Ruiz, ante la inactividad de la Demarcación de Costas.

Proyecto inicial de Costas

De hecho, en abril de 2011, cuando se ejecutó el derribo de la piscina del hotel Ibiza Playa (reconvertido ahora en One), el entonces jefe de la Demarcación de Costas en Balears, Celestí Alomar, anunció que con las obras del nuevo paseo marítimo (este proyecto lo debía acometer el Ministerio de Medio Ambiente a partir de 2012, según dijo entonces), con una prolongación de su trazado actual, se tenían que derribar las piscinas de los hoteles Ebeso y los Molinos.