La zona de muelle del puerto de Ibiza en la que amarran las barcas de la línea con Formentera, y que concentra a más de dos millones de personas a lo largo del año y a decenas de miles cualquier día de junio, julio, agosto e incluso septiembre, permanecerá en obras y vallada durante toda la temporada por las obras de construcción de uno de los tres tanques de tormenta previsto por el Ministerio de Medio Ambiente para la adecuación del sistema de saneamiento de la ciudad.

«Nos hemos reunido con el Ministerio y nos ha constatado que las obras no estarán para el verano». Un portavoz oficial de la Autoridad Portuaria de Balears (APB) confirmó ayer de esta manera lo que ya sabían en el Ayuntamiento de la ciudad: que el muelle permanecerá vallado en parte durante la temporada, aunque no se sabe qué superficie, perjudicando la operatividad del embarque y desembarque de una de las líneas con mayor tráfico de pasajeros de Europa y la imagen turística de la isla.

Desde la APB explican además que en uno de los encuentros que mantuvieron con el Ministerio, «les hemos pedido que procuren que las obras molesten lo menos posible y han recogido nuestra petición diciéndonos que darán prioridad en temporada alta a aquellas actuaciones que menos impacto tengan en el ciudadano».

El Ministerio se explica

Mientras tanto, desde el gabinete de prensa en Madrid de Medio Ambiente indicaron ayer a este diario que la «obra civil» del tanque de tormenta en el puerto de Vila, «está previsto que concluya a finales de primavera y los equipos y electricidad, para el último trimestre del año».

Además, detallaron que en las reuniones que han mantenido con la APB para tratar de coordinar el desarrollo de este proyecto de cara al verano, los responsables del organismo portuario les trasladaron su «preocupación de que en mayo pudieran usar el muelle los barcos pequeños (sic) que van a Formentera y así se está haciendo».

Para ello, adelantaron desde el Ministerio en un comunicado, «para el mes de junio se dejará el mínimo vallado posible» en el muelle.

El tanque de tormentas del puerto acumulará las aguas pluviales. Además, se está renovando y mejorando las capacidades hidráulicas de los colectores que envían el agua tanto de lluvia como residual a la depuradora. Estas dos acciones combinadas evitarán vertidos de las redes unitarias de saneamiento al puerto y las inundaciones que se producen en las calles de la ciudad durante los episodios de fuertes lluvias.

Las obras están valoradas en 6,4 millones de euros y contemplan además la construcción de otros dos tanques de tormenta en la zona de Talamanca.

La APB acordó además con el Ministerio de Medio Ambiente que una vez realizada la obra, dejaría este tramo de los muelles del puerto con el piso con el que se prevé continuar el paseo marítimo del puerto hacia la zona del paseo Joan Carles I y su continuación hacia es Botafoc. De esta manera se coordinaría la obra del tanque de tormenta con la reforma portuaria que ejecuta el gestor portuario.

Pero hasta que todo esto suceda, este verano el muelle de las barcas de Formentera permanecerá en estado de obra. Para disgusto tanto de la APB como del alcalde Rafa Ruiz, quien aseguró: «Haré todo lo posible como alcalde para que [el Ministerio] apriete» en los trabajos. «Les rogaré -reiteró- que pongan el turbo para ver si cómo mínimo podemos tenerla medio acabada».

«Al igual que nosotros hicimos una obra muy importante de octubre a mayo», explicó en relación al paseo de Vara de Rey, «ellos también podrían hacerlo».

En cuanto a los trabajos en verano, confirmó que se paralizarán «salvo que queden por poner cuatro baldosas. Ojalá. Todo apunta a que no será así. Estamos a mediados de febrero y ya ve cómo está» el proyecto, añade.

Reproche a Medio Ambiente

En este punto, Ruiz reprochó al Ministerio que los trabajos no se desarrollen al ritmo que considera adecuado: «Todo apunta a que no [podrán acabar las obras en mayo]. Con medios suficientes se puede hacer todo», apuntó.

Ruiz valora la importancia de esta obra («este tanque impedirá que el barrio de es Pratet se inunde»), pero lamentó: «El ritmo es lento, todo apunta a que en verano no estará acabado».

El alcalde lo tiene claro: «Todo apunta a que [el final de obra] no será a final de mayo, que era la idea inicial».

Rafa Ruiz, finalmente, anunció que se «pondrá en contacto con los ministerios correspondientes para manifestarles esta preocupación por esta obra que es fundamental y supone una gran inversión que he de agradecer».