Cuesta imaginar que ganar 6.000 euros puede venir acompañado de cierto quebradero de cabeza, pero así es. Eva Maria Sunder-Plassmann admite que preparar las compras junto a su familia para invertir este dinero «ha sido complicadísimo». La ganadora de la campaña comercial de Navidad no puede gastar el cheque que le ha concedido la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef) de cualquier manera, ya que en cada establecimiento puede destinar un máximo de 600 euros.

«Hay que organizarlo todo muy bien, porque comprar a lo tonto no tiene sentido», explica la premiada. «Tienes que pensar lo que te puede hacer falta y después lo que te puede hacer ilusión». Esa ha sido su premisa a la hora de planificar las compras, además de que ha «dado un pellizquito» de mil euros a cada uno de sus dos hijos.

«Empecé a saltar y saltar»

«Empecé a saltar y saltar»

Pero, una vez organizada la mañana de compras, Sunder-Plassmann no puede ocultar su felicidad al recibir el cheque de manos del técnico de comercio de Pimeef, Vicent Tur. «Son unos Reyes Magos de verdad, nunca me había tocado nada y me hace muchísima ilusión», admite exultante.

La mañana de compras se inicia en Milar, uno de los 260 negocios que han participado en la campaña de Navidad y donde Sunder-Plassmann adquirió la afeitadora eléctrica para regalar por Reyes a su hijo David, el menor, de 25 años. El viernes pasado se enteró de que el boleto que le dieron ese día resultó el ganador. «Lo primero que hice al enterarme fue empezar a saltar y saltar», sonríe.

Tras posar junto a una nevera de 599 euros junto a su marido, Fernando Ferrer, llegan sus dos hijos, indispensables para el operativo de la jornada: mientras sus padres van entrando en cada uno de los 16 comercios donde reparten sus compras, ellos cargarán con las bolsas hasta los coches, al menos con las que puedan llevarse al momento. «Hemos venido todos para poder llevar a cabo la logística con los coches y llevarlo todo a casa», bromea el padre.

Alguna de las adquisiciones requerirá un transporte especial, como un colchón, una televisión de gran tamaño o las puertas que ha elegido el hijo mayor de la familia, Marc, de 27 años. No son para renovar las de su casa en sa Caleta, sino para levantar una nueva cerca para su ganado.

Puertas para el ganado

Puertas para el ganado

Este joven trabaja como monitor en la piscina de Sant Josep, pero dedica buena parte de su tiempo a su rebaño de cabras y ovejas y es uno de los pocos criadores que mantiene las razas autóctonas ovinas.

Su querencia hacia la vida en el campo se revela de inmediato cuando recorre las calles de la ciudad junto a su familia: «Me da mucha pereza bajar a Vila, tuve que venir la semana pasada para ver qué me compraba y lo pasé muy mal». «La verdad es que las calles huelen muy mal», se asombra.

«Si no hubiera sido por las puertas, no sabría qué comprar», señala Marc, que también ha adquirido material para sus animales, «porque si fuera todo ropa, a ver qué hacía con ella». Por su parte, su hermano David ha invertido el «pellizco» que le toca en un casco, altavoces y ropa.

Tras salir toda la familia a la calle cargada de bolsas, Eva María recuerda que hacía muchos años que no iban todos juntos de compras. «Cuando eran pequeños sí, pero ahora ya van a su bola», bromea mirando a sus hijos. No será la única chanza que les dedica, porque tras recoger unos paquetes de perfumes y pintalabios en la tienda Aromes, aprovecha para matizar que son para ella y no para David y Marc.

El menaje centra buena parte de las compras con las que esta familia puede volver a disfrutar de unos Reyes Magos extra durante la cuesta de enero. Y no será el único regalo que esperan, porque Eva María y Fernando parten en breve para disfrutar de dos semanas de vacaciones por el norte de España, «con el coche y carretera y manta». «Nos pararemos donde nos guste y nos apetezca, no tenemos nada planificado», avanza ella, haciendo gala de un espíritu mediterráneo a pesar de su origen germano. «Esta es la mejor manera de viajar», destaca luego su marido.

En la octava edición de la campaña de Navidad de la Pimeef, que cuenta con la colaboración del Consell de Ibiza y todos los ayuntamientos, han participado 260 establecimientos. Entre todos ellos han repartido 45.000 boletos a sus clientes.