Un traficante de drogas ha sido enjuiciado en el condado de Devon (en el suroeste de Gran Bretaña) por intentar introducir 67.000 pastillas procedentes de Ibiza, según informa el portal Devon Live. La detención se produjo a mediados de diciembre.

Jools Riding, de 22 años, llegó a Reino Unido en un ferry que partió de Santander con su vehículo y cargado con esas 67.000 pastillas de MDMA desde Ibiza tras haber estado vendiendo droga todo el verano en isla. La policía estima que el valor de esas pastillas en el mercado podría llegar a algo más de 500.000 euros.

Ayer se celebró el juicio, en el que salieron a la luz muchos datos, como que el detenido es adicto a la cocaína y al éxtasis y que durante este verano estuvo vendiendo droga en dicsotecas y fiestas de la isla. Finalmente, el juez le ha condenado a seis años y ocho meses de prisión.

Imagen publicada por el Herald en la que se observa cómo llevaba la droga.

Riding, que no tiene condenas anteriores, aseguró en la Corte que no era el propietario de las 67.000 pastillas, y que le habían pagado 12.000 euros por transportarla desde Ibiza a Gran Bretaña. Según publica el Herald, las pastillas venían distribuidas en 67 paquetes envueltos en papel de plata.

Un "amateur"

Un "amateur"Durante el proceso también se ha asegurado que el detenido es un "traficante amateur", ya que la droga estaba muy mal escondida y cualquier agente la habría encontrado con una búsqueda superficial del vehículo.

Riding se acababa de graduar en una universidad galesa y había obtenido un título relacionado con las finanzas y la contabilidad. Tras acabar sus estudios decidió tomarse un año sabático en Ibiza, de donde regresó con un cargamento de éxtasis el pasado mes.

En Ibiza, según afirmó el arrestado en el juicio, se dedicó a regentar un vehículo como taxi pirata, pero su consumo de cocaína y éxtasis le llevó a acumular muchas deudas y eso podría haberle empujado a aceptar el trabajo del traslado de éxtasis de Ibiza a Gran Bretaña, un negocio que comenzó a fraguarse en agosto.

Recientemente, la Audiencia Provincial de Palma enjuiciaba a seis británicos que fueron detenidos en 2013 en Ibiza por agentes de la Guardia Civil por presunto tráfico de drogas. Los acusados se enfrentan a penas de prisión que solicita el ministerio público que oscilan entre los tres años y medio los cuatro años.

Dos de los acusados fueron arrestados en Sant Antoni. A mediados de julio de 2013 los dos sospechosos residían en unos apartamentos de esta localidad en la que los agentes de la Guardia Civil realizaron un registro y encontraron diversas cantidades de droga. Los otros cuatro sospechosos fueron arrestados en un domicilio del municipio de Sant Josep en el que también se encontró droga. El ministerio público considera que los seis acusados estaban asociados.