A pesar de la sobreexplotación y salinización de los acuíferos, el agua proveniente del subsuelo sigue siendo el principal suministro hídrico en la isla de Ibiza, donde alcanza los 20 hectómetros cúbicos al año, frente a los 9,8 aportados por las desaladoras. En el caso de Formentera, el agua desalada ya representa el principal recurso disponible, con una producción de 1,3 hectómetros cúbicos al año, mientras que el 0,4 del consumo proviene de las perforadas.

La Alianza por el Agua ha facilitado estas cifras este mediodía, durante la presentación del estudio sobre la gestión de los recursos hídricos que ha llevado a cabo durante todo el año para contar con una herramienta "que aporte información fundamental a la hora de tomar decisiones", a la vez que sirva para efectuar "un seguimiento" de las futuras actuaciones, según la portavoz, Sandra Benbeniste.

El balance realizado por este colectivo, que engloba a administraciones públicas, entidades conservacionistas o asociaciones agrícolas, confirma que "10 de las 16 masas de agua subterráneas de Ibiza están sobreexplotadas" y, por primera vez, la de Formentera se encuentra en estado de sobreexplotación.

Descanso para los acuíferos

Ante esta situación, la Alianza del Agua considera urgente "reducir la presión sobre los acuíferos y mejorar las infraestructuras hídricas de abastecimiento y saneamiento". Así, han lamentado "los cinco años de retraso" que ya acumula la puesta en marcha de la desaladora de Santa Eulària y las instalaciones que se deben abastecer con su suministro, como la balsa de sa Rota, que debería destinarse a usos agrícolas y de momento es inviable por su alta salinidad. La Alianza prevé impulsar próximamente la campaña de concienciación 'Ni una gota al mar' para recordar que el agua "es un problema de supervivencia".