La Guardia Civil ha recuperado 42 piezas arqueológicas procedentes de yacimientos submarinos de Balears e investiga a tres personas como presuntas autoras de un delito de expolio de Patrimonio Histórico y a otras tres más, una de ellas residente en Santa Eulària, por un supuesto delito de receptación de dichos objetos. Varias de las piezas fueron puestas a la venta en Mallorca y en Ibiza.

Durante varios días el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil, ha desarrollado la operación Garum, contra el expolio de yacimientos submarinos de Balears y la posterior venta de objetos con valor arqueológico. Se practicaron un total de 7 registros domiciliarios en diferentes localidades de Balears, informó ayer el Ministerio del Interior a través de una nota.

La técnica principal para la extracción de estos objetos era el arrastre, mediante embarcaciones que utilizan este arte de pesca, ya que debido a la profundidad a la que es capaz de actuar, extrae todo tipo de objetos del fondo marino junto con la pesca.

Por la movilidad que tiene este tipo de buques, las extracciones se realizaron en varios pecios distribuidos por toda la geografía del archipiélago balear. Los investigadores del Seprona sospechan que algunos de los expolios los llevaron a cabo manualmente buceadores en el propio pecio.

Pesca de arrastre

Los tres investigados como autores de un delito contra el patrimonio histórico por el expolio de yacimientos submarinos se vienen dedicando desde hace décadas a la pesca de arrastre y con esta técnica han conseguido extraer gran cantidad de piezas a lo largo de los años, quedándose en su propiedad algunas de ellas y vendiendo otras.

Como muestra de esa venta de objetos se ha investigado como autores del delito de receptación a tres personas, dos naturales de las localidades mallorquinas de Artà e Inca, y una de la ibicenca de Santa Eulària.

Las piezas recuperadas son en su mayoría ánforas de origen romano con una antigüedad media que se aproxima a los 2000 años, aunque, la más antigua esta datada en el siglo III a.C., ánforas fenicias y también jarras cerámicas con un posible origen medieval. Todas las piezas recuperadas se encuentran depositadas en el Servicio de Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca para su estudio, tasación y valoración definitiva.

Por la cantidad de piezas arqueológicas recuperadas, un total de 42 entre completas y parciales, y la gran cantidad de fragmentos, se puede decir que esta es la actuación más importante contra el expolio de yacimientos submarinos en Balears y uno de los más relevantes a nivel nacional.

La situación geográfica que poseen las Balears desde la antigüedad ha hecho que pasen por ellas un gran número de civilizaciones y culturas, lo que ha dado lugar a que en la actualidad se encuentren en sus aguas y como parte de su patrimonio histórico gran número de yacimientos submarinos de gran importancia y valor histórico a nivel europeo. Por ello la Guardia Civil, a través del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona), se encarga de su protección, como una de las funciones principales dentro de la defensa del Patrimonio Histórico Nacional, señala la nota del Ministerio.