El presupuesto del Ayuntamiento de Santa Eulària para 2018 ascenderá a 38.734.900 euros, un 2,9% superior al del año en curso. Las cuentas para el próximo ejercicio, que pasarán por pleno el próximo 5 de diciembre, son «una apuesta por la dinamización social y económica» del municipio, según detalló el alcalde, Vicent Marí, que ayer explicó las cifras para 2018 junto al edil de Hacienda, Pedro Marí. Según el alcalde, son unos presupuestos «solidarios y sostenibles con las personas y el entorno» y en ellos «el elemento clave es la atención a quienes más necesidades tienen». Uno de cada tres euros están destinados a servicios sociales, seguridad y limpieza, según el Consistorio.

Las cuentas incluyen inversiones de 6,6 millones de euros, si bien habrá otros seis millones dedicados a «proyectos sostenibles» cuyo dinero procede del superávit del año 2016, que fue de unos 11 millones de euros. Otra parte se ha destinado a reducir la deuda del Consistorio, que es el otro supuesto que recoge la Ley de Estabilidad Presupuestaria en caso de superávit.

De todas las inversiones, Vicent Marí subrayó la de la reforma integral de la carretera de es Canar, un proyecto plurianual que en 2018 tiene una partida de 650.000 euros pero que cuando finalice en 2020 habrá costado 2,8 millones de euros. También destacó la ampliación del colegio de Sant Carles (500.000 euros en 2018; 2,3 millones en total), las obras en el centro juvenil Can Sènia, en Jesús (400.000 euros el próximo año; un millón en total), y el edificio deportivo de Santa Gertrudis (de 2,5 millones de presupuesto total, los trabajos del próximo ejercicio costarán un millón de euros).

Marí indicó que las partidas de atención social y fomento de la ocupación, de 2,5 millones de euros, serán un 17% superiores a las de 2017. Se dedicarán a «atender necesidades básicas como formación, ocupación, apoyo a emprendedores», explicó el alcalde. También sube un 3% el gasto en seguridad -hasta llegar a los 3,9 millones de euros- porque el Ayuntamiento ha previsto «cubrir diferentes bajas de larga duración y mantener una cobertura lo más amplía posible de las necesidades en esta materia en un municipio tan amplio y diverso». Uno de cada cinco euros (7,1 millones en total, un 4% más que en 2017) irán a parar a la limpieza viaria y la recogida de residuos sólidos urbanos.

Para 2018, el Ayuntamiento no se ha querido pillar los dedos y ha previsto un descenso del 11% de los ingresos en impuestos indirectos, que ascenderán a 2,2 millones de euros. En parte, esa caída se debe, según el alcalde y Pedro Marí, a que ya no habrá «tantas reformas hoteleras; se vuelve a la senda de ingresos normales». Detrás está el fin de la disposición transitoria de la Ley de Turismo que permitía reformar a cambio de aumentar de categoría. Pero además, llegará menos dinero a las arcas municipales porque «han descendido los proyectos en suelo rústico debido a la moratoria».

Los impuestos directos (IAE, vehículos) sí aumentan: un 2,43%, hasta llegar a los 17,5 millones de euros. Y eso pese a que hay un cambio respecto al pasado año: la reducción del tipo impositivo del impuesto de bienes inmuebles, que pasa del 0,45 al 0,42 en terreno urbano (con el objetivo de que baje al 0,4, en 2019), y del 0,5 al 0,49 en fincas rústicas, donde no obstante se prevé que crezca la recaudación.

Sin nuevos préstamos

Sin nuevos préstamos

Han descartado incluir los proyectos de los PIOS, cuya aportación procede del Consell, para no inflar sin seguridad las cuentas. Todas las actuaciones «se financiarán con recursos propios del Consistorio», subrayó Pedro Marí, es decir, sin pedir nuevos préstamos.

La deuda municipal, de 10 millones de euros a principios de 2017, bajará a 8,21 millones en 2018: de esa cantidad, 6,5 millones son a largo plazo y el resto, 1,6 millones de euros, a corto plazo. No obstante, esa deuda es aún mayor si se suma la que acumula la empresa pública Emser XXI, que es de unos cinco millones de euros: es decir, Santa Eulària tiene una deuda total de 15 millones de euros. Si se tiene en cuenta el presupuesto para Emser XXI, de 2,1 millones de euros, el presupuesto del municipio, previos ajustes, es de 39,9 millones de euros.

El gasto de personal (9,3 millones de euros), supone una cuarta parte del total de presupuesto. Ha aumentado un 3,15% respecto a 2017 porque el Ayuntamiento prevé que el Gobierno afloje la mano en este capítulo y permita mayores dispendios tras las negociaciones que mantiene con los sindicatos. Sube, además, porque volverán funcionarios en excedencia y se suplirán varias bajas de larga duración.