Podemos se plantó ayer en la conselleria de Turismo que dirige el vicepresidente Biel Barceló para exigirle la elaboración de auditorías ante el caso Contratos con Jaume Garau y la dimisión de la directora general Pilar Carbonell por el caso Cursach. Alberto Jarabo, líder de Podemos, habló de una reunión tensa y de que «ya no hay margen de confianza» con el vicepresidente. También habló de que pidieron su marcha. Este último extremo fue negado por Barceló, quien calificó el encuentro con sus socios externos de Pacto de distendido.

Los podemitas realizaron una valoración radicalmente distinta de la que hizo el vicepresidente Barceló sobre el resultado de la reunión e incluso de los temas tratados. Parecía que habían asistido a dos reuniones distintas. Alberto Jarabo habló de que «ya no hay margen de confianza con la conselleria de Turismo y vemos que es necesario darle un impulso tras todo lo ocurrido». El podemita también se refirió a que como partido de los acuerdos por el cambio «realizarán una fiscalización periódica» y no descartó «impulsar la reprobación del vicepresidente» en caso de no cumplirse las expectativas. «Hay un acuerdo del Govern por el cual Barceló no dimitirá, por consiguiente creemos que nosotros debemos controlar las políticas que se impulsan. El propio vicepresidente ha reconocido que la imagen que proyectan al exterior desde Turismo no es la más adecuada», aseveró el líder podemita. Jarabo exigió consensuar las políticas turísticas en lo que resta de legislatura y acusó a Barceló de «laxitud» en la vigilancia de sus altos cargos.

Jarabo estuvo acompañado de la diputada y rival interna Laura Camargo, quien se marchó nada más culminar la reunión. Por su parte, junto a Barceló participaron en el encuentro el nuevo director general de Turismo, Antoni Sansó, y el secretario general de la Conselleria, Josep Mayol.

El vicepresidente Barceló habló de un encuentro distendido y de que «nosotros mismos les hemos ofrecido encuentros periódicos para que puedan ver lo que hacemos en la conselleria de Turismo, así como les hemos entregado las auditorías externas de la Agencia Balear de Turismo (ATB)».

Biel Barceló afirmó que «en ningún momento se ha planteado mi dimisión durante el encuentro y no recuerdo que habláramos de la preocupación por la imagen». Sobre las auditorías que planteó Podemos «les hemos dicho que ya las realiza la conselleria de Hacienda y tampoco me han comentado nada de si impulsarán una reprobación en el Parlament».

Biel Barceló aseguró sentirse fuerte y con ganas para seguir adelante en la vicepresidencia y transmitió que quiere ser transparente al máximo y, por ello, ha propuesto la creación de una mesa de coordinación de políticas turísticas.

Respaldo a Barceló

El pasado lunes se celebró un consejo político de Més y el martes uno del PSM, formación mayoritaria en la coalición. Ambas reuniones tenían la finalidad de que el vicepresidente Biel Barceló explicara lo sucedido con las dimisiones de Pere Muñoz de la ATB, a raíz del caso Contratos, y de Pilar Carbonell por el caso Cursach.

El partido respaldó en todo momento la actuación de Barceló y le dijo que, pese a la ofensiva de la oposición, no debe dimitir. El propio Barceló comunicó a los miembros de su partido que se siente fuerte y con ganas de continuar, por lo que no se ha planteado en ningún momento presentar la dimisión.

El vicepresidente relató cómo se habían producido las dimisiones de Muñoz y de Carbonell, poniendo el cargo a disposición incluso antes de lo que marca el código ético. Biel Barceló aseguró que se habían tomado las máximas responsabilidades políticas.

Donde se produjeron discrepancias fue cuando algunos miembros de la cúpula nacionalista cuestionaron que tanto Muñoz como Carbonell hubieran dimitido antes de que se tomaran medidas judiciales.