La Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua) da los primeros pasos para cumplir el compromiso del Govern con el alcalde de Vila de retirar el viejo emisario de la depuradora en Talamanca. Así, el consejo de administración de la empresa pública ha aprobado la propuesta de contratar la redacción de un proyecto para el desmontaje y la gestión de los residuos de la conducción, que dejó de utilizarse el pasado 1 de julio con la entrada en servicio del nuevo emisario en es Botafoc.

La agencia balear ha tomado la decisión tras un informe preliminar que concluye que se puede desmantelar «la parte de fibrocemento no soterrada», de unos 1.800 metros de largo. En cambio, «recomienda mantener en la ubicación actual» el primer tramo de la conducción, que transcurre soterrada por unos 100 metros. En este caso se trata de «minimizar» las afecciones al fondo marino, según informó ayer la conselleria a través de un comunicado.

El informe preliminar también recomienda conservar «los lastres de hormigón» de la parte de la conducción apoyada sobre el fondo de la bahía de Talamanca. La empresa pública ha presupuestado en 32.500 euros el coste de la redacción de este proyecto, que debe tener en cuenta las «características especiales» de esta actuación, con la gestión adecuada de los residuos de construcción, en especial de una sustancia peligrosa como es el fibrocemento.

En un primer momento, la conselleria de Medio Ambiente, de la que depende Abaqua, optó por no retirar el antiguo emisario para evitar daños a la pradera de posidonia, según se argumentó desde el departamento de Vicenç Vidal. Pero la decisión se reconsideró después de que un tramo de esta tubería emergiera en septiembre pasado por efecto de los gases acumulados.

Según explicó el alcalde, Rafa Ruiz, en el último pleno municipal de Vila, la presidenta del Govern, Francina Armengol, presenció aquel incidente y se convenció del riesgo para la seguridad que supondría un nuevo episodio similar. Por ello se comprometió a encargar de inmediato su desmantelamiento, informó Ruiz.

En cualquier caso, la conselleria alude a que «varias administraciones han constatado» la necesidad de retirar el emisario «por seguridad en la navegación marítima y por los posibles impactos ambientales sobre la bahía».

La tramitación del proyecto puede ser bastante larga, dado que no está amparada por la declaración de emergencia de las obras del nuevo emisario y deberá someterse a evaluación ambiental.