Ibifor, la empresa que gestiona los negocios de las playas de ses Salines y es Cavallet, reivindica más hamacas y sombrillas para atender la demanda. El apoderado de Ibifor y a su vez portavoz de la Asociación de Empresarios, Concesionarios y Propietarios del Parque Natural de ses Salines, Joan Cardona, asegura que hay «mucha demanda» que no se puede atender por la falta de elementos de playa, que entre las 12 y las 13 horas ya están agotados.

El Plan Rector de Usos y Gestión (PRUG) del Parque Natural limita a 490 el máximo de hamacas y sombrillas en la playa de ses Salines y a 270 en la de es Cavallet, pero el Consistorio, en la última concesión, aplicó una reducción de un 10% sobre el techo que marca la normativa ambiental. «En ses Salines hay más de un kilómetro de playa y poco servicio de hamacas», lamenta Cardona, que sobre todo considera «un problema grave» la falta de sombrillas, ya que muchas familias con niños, explica, «confían» en que podrán alquilarlas cuando lleguen a la playa.

El representante de Ibifor reclama que, de cara al próximo verano, en la renovación de las concesiones, se aumenten los lotes de hamacas y sombrillas, al menos un 10%, y alcanzar el tope que marca el PRUG. Sin embargo, tal como avanzó ayer este diario, el Ayuntamiento de Sant Josep no está por la labor. De hecho, la intención del equipo de gobierno es reducir aún más las concesiones de las playas no urbanas, entre ellas las del Parque Natural.

Modelo de adjudicación

Hasta ahora, el Ayuntamiento conveniaba con Ibifor la gestión de las concesiones de las playas del Parque Natural, pero el año que viene las sacará a concurso junto al resto de lotes de las 22 playas del municipio. El equipo de gobierno no ha decidido aún el sistema de adjudicación de las concesiones, aunque en alguna ocasión ya se ha dejado entrever que no se repetirá el polémico modelo de subasta.

Cardona valora el resultado de la pasada campaña turística, en la que se alcanzaron unas cifras «un poco por debajo» de la anterior. El balance del negocio de las concesiones de las playas y de los dos aparcamientos de pago de ses Salines fue prácticamente el mismo que el de la temporada de 2016, aunque, en cambio, los ingresos de los restaurantes bajaron ligeramente. «En agosto ha habido altibajos. En general, la temporada ha sido aceptable», señala.

La venta ambulante va a más

El representante de Ibifor destaca una vez más que lo que les causa «más daño» es la venta ambulante, que «cada año va a peor». «Cada vez hay más vendedores y más modalidades. Se puede hallar cualquier cosa. Se ha convertido en un mercadillo. Mucha gente no soporta esa presión constante y se va. Si no fuera por este problema quizá habríamos superado los ingresos de la temporada anterior», indica Cardona, que destaca por encima de todo su impotencia ante esta situación.

«Recibimos muchas quejas en la oficina y nos sentimos indefensos. Nosotros hacemos lo que podemos con seguridad privada, pero la Administración no nos ayuda, poca cosa. La Policía Local ha hecho dos o tres actuaciones esporádicas y creo que la Guardia Civil ninguna», lamenta, para agregar acto seguido: «Se ven desbordados. Vienen un día[agentes de la Policía Local], hacen una actuación y se llevan un remolque con productos para la venta; y no han llegado todavía a Sant Josep cuando aparecen de nuevo los vendedores por toda la playa. No se lograrán resultados hasta que no haya una vigilancia permanente».

Cardona lamenta más «la presión» que ejercen los vendedores sobre los turistas, lo que provoca muchas quejas, que la reducción de ingresos en los restaurantes por la venta de comida y bebida.