El Ayuntamiento de Sant Josep prepara profundos cambios en la gestión de sus playas para la próxima temporada, cuando se renovarán todas las concesiones en el dominio público marítimo terrestre. El primer paso, avalado por el estudio de capacidad de carga que se ha elaborado en los últimos meses, se va a dar con la solicitud de lotes a la Demarcación de Costas. La concejala de Playas, Neus Marí, ya tiene claro que habrá «una reducción importante de elementos en las playas naturales» -las situadas fuera de áreas urbanas- entre las que también se incluyen las del Parque Natural de ses Salines.

Aunque algunas de estas playas queden «igual», porque el estudio no considera que estén sobreocupadas, hay otras en que el número de artefactos de todo tipo «es excesivo y se ha de reducir». Como resultado, se espera lograr «una menor ocupación en las playas». Marí no concreta aún esa reducción de los lotes que se van a pedir, aunque señala que ésta afectará tanto al número de hamacas como al resto de concesiones.

El ajuste se hará en función de los metros de ocupación que suponen las concesiones sobre el total de la playa, con la idea de «ajustar los servicios a lo que toca, ni más ni menos», y con el objetivo de mejorar la convivencia entre los turistas de hamaca y los de toalla. También con la idea de «cuidar» el principal reclamo del municipio, que son sus 22 playas.

Sin motos acuáticas

Por ejemplo, adelanta que «una de las líneas» que se plantean para la nueva adjudicación es la de «eliminar los elementos a motor de las playas naturales».

La concejala considera que artefactos como las motos de agua tienen «un impacto excesivo a todos los niveles: sobre el ecosistema, la tranquilidad de la gente y la ocupación del espacio de baño» y por ello Marí presenta la supresión de este tipo de concesiones como algo «bastante decidido», aunque aún se está «acabando de hilvanar» la petición a Costas.

Porque el estudio también apunta que hay muchos elementos que ocupan «mucho espacio sobre la arena» pero luego están «infrautilizados», señala Marí. La concejala lo ilustra con el caso de los velomares, con lotes que ocupan hasta 50 metros cuadrados, mucho espacio «cuando se utilizan muy poco». «Son este tipo de cosas las que se han de evaluar, por los metros cuadrados que se ganan», apunta.

Recuperar zonas de baño

Otro objetivo que se trabaja es el de «recuperar espacios de baño», ampliando las zonas vedadas a embarcaciones y las áreas para bañistas, lo que implica «retrasar la línea de fondeo». Ello hasta donde permiten las competencias municipales, ya que la regulación de los fondeos las «sobrepasa».

En cuanto a las playas urbanas del municipio, la concejala señala que se ha detectado que hay «muchos elementos infrautilizados». Incluso en ubicaciones donde la impresión general era que hacían falta más hamacas.

Esta situación se ha dado en algunos lotes de Platja d'en Bossa «con establecimientos hoteleros detrás», lo que en teoría debería garantizar una mayor afluencia de clientes. En todo caso, Marí señala que son situaciones que espera ver analizadas «en la letra pequeña» del estudio, que está previsto presentar públicamente en los próximos días. También añade que en playas urbanas, la problemática «es menor» que en áreas naturales, aunque «no se retocarán mucho» los lotes actuales.

Con estas conclusiones, el Ayuntamiento tiene hasta el 5 de diciembre para tramitar su petición a Costas. Después se empezará a trabajar en su adjudicación para la próxima temporada, cuando se renovarán las concesiones de las 22 playas de Sant Josep, incluso las del interior de ses Salines, cuya gestión hasta ahora se conveniaba con Ibifor.

Aunque la normativa da preferencia a este tipo de acuerdo con los propietarios de espacios naturales, Sant Josep aún no tiene claro si se va a renovar. «Si se siguiera manteniendo esta fórmula, se revisaría completamente»,avanza Marí, que admite que este tipo de acuerdo «puede ser bueno, pero si está bien enfocado».

En caso de reeditarlo, la concejala es partidaria de incluir «muchas más obligaciones» de tipo ambiental. El convenio, que «no se descarta», plantearía una «transacción» que, a cambio de las lucrativas concesiones en la playa, comprometa a la propiedad «a actuar en todo el parque», aunque es algo que implica a «más administraciones» y por ello el asunto no está «ni mucho menos cerrado. Hemos de acabar de concretar».