El diagnóstico de las playas de Sant Josep servirá para poner deberes a los concesionarios en la próxima renovación de las adjudicaciones, pero también a la Administración local, en cuanto al estado de las infraestructuras municipales. La concejala de Medio Ambiente y Playas, Neus Marí, recoge el guante y prepara un «ambicioso» plan para renovar instalaciones como las duchas, las torres de socorristas o aumentar las pasarelas.

Marí cree que «se ha de renovar casi todo lo que hay» porque a día de hoy esos medios «no son los adecuados», sea por su deterioro o por dónde están ubicados. O instalar otros nuevos como pérgolas para proteger del sol a personas con movilidad reducida y baños.

Por ello, pretende responder a las carencias que se han detectado en este tipo de equipamientos con «una propuesta de inversión importante para el año que viene» que espera que sea bien recibida por sus compañeros de equipo de gobierno, para incorporar este listado al presupuesto de 2018. Aunque recalca que se trata de unas mejoras que llevan tiempo esperando: «Hemos de mejorar las infraestructuras y elementos municipales», apunta. «Creemos en el servicio público», recalca, porque el objetivo es mejorar las playas y atender en ellas lo mejor posible «a los visitantes y residentes».

Una línea de trabajo será poner más pasarelas, que recuerda que son un medio «para llegar más cerca del agua, a los baños...». Así que se han de desplegar estudiando «el itinerario más adecuado», que es algo obvio pero que no siempre se ha hecho así en Sant Josep.

Pasarelas elevadas

También se estudia desplegar pasarelas elevadas en la zona dunar de Platges de Comte. Los bañistas invaden este espacio, a pesar de estar acordonado, y Marí considera que delimitar estos itinerarios hará más cómodo el acceso y contribuirá a preservar este entorno.

En esta concurrida playa se ha decidido mantener también en invierno las restricciones al aparcamiento que se han aplicado esta temporada, y también extenderlas «a la zona más al norte» de la playa, donde Marí asegura que los coches siguen aparcando «sobre el acantilado o encima de las dunas».

La falta de estacionamientos, aunque es un problema «difícil» de abordar en zonas donde predomina el suelo rústico, se está tratando de solucionar en esta playa y también para Cala d'Hort, donde se busca suelo para abrir disuasorios.

En este caso, la complejidad estriba en que, además de la «saturación» que padece, si se cierra el acceso al aparcamiento actual -en un torrente- «hay una fuerte pendiente que no todo el mundo puede hacer caminando» y por ello Marí cree que se debe combinar con «una opción de transporte público que suba y baje de forma continua». Otra zona «problemática» donde se busca suelo para un disuasorio es Cala Vedella, que ha crecido de forma desordenada y carece de servicios.