Tras revalidar el puesto de número uno de Podemos en Eivissa en un proceso de elección de ámbito balear, Viviana de Sans asegura sentirse «absolutamente» respaldada por las bases de la isla. Sostiene que este año, pese a que sea casi a paso de tortuga, en el Consell de Ibiza se están iniciando los proyectos más importantes de la legislatura. De hecho, en el presupuesto de 2018 no se prevén ya nuevas grandes iniciativas.

El año pasado en el debate de política general dijo que el presupuesto de 2017 iba a marcar si esta legislatura ha sido «un fracaso o no». ¿Después de 11 meses de aplicación de estas cuentas tiene ya un veredicto?

Estamos contentos de cómo han ido las cosas. Se incluyeron en el presupuesto muchos de los objetivos previstos en el programa de gobierno y hay que reconocer que se están cumpliendo. Pero es verdad que nos gustaría más a todos que la ejecución de muchas de las medidas fuera más veloz.

¿Cuál ha sido el punto de inflexión que usted preveía para este año y que, según usted, se está cumpliendo?

Todo el tema de la movilidad: su conversión en un elemento cohesionador social. Arrancaremos en breve con las tarjetas gratuitas para los jóvenes, después las de personas paradas de larga duración y en riesgo de exclusión social. Se está cumpliendo, pero más despacio de lo que nos gustaría. En bienestar social se produjo un importante incremento en el presupuesto que se ha traducido tanto en el aumento de recursos para los ayuntamientos, como en la implantación de la cartera de servicios sociales por primera vez en esta casa, y en la subida del importe de las subvenciones que se dan a las asociaciones y a personas con necesidades.

Este año se ha doblado el presupuesto en transporte, «la mayor cuantía que se ha invertido nunca desde esta institución», según destacaba hace un año. ¿Piensa pues que se ha notado este incremento de recursos?

Yo pienso que sí se ha notado. Los proyectos se dilatan mucho en el tiempo, pero se han iniciado todos. Este incremento enorme sin precedentes era para todos estos temas, incluido el proyecto del bici-renting, que está a punto de acabarse, aunque, pese a que hay una partida para ello, se deberá trasladar al presupuesto que viene porque se ha retrasado. Es un paquete de medidas importantes.

La apuesta de Podemos-Guanyem por crear una empresa pública que gestione el transporte ha quedado en nada finalmente. ¿Se conforma con el plan B de adjudicar todas las líneas a una sola empresa privada?

¿Me conformo? No, me hago el harakiri [bromea y se ríe]. Al final, hay tres informes negativos, y una ley Montoro demasiado repetida que impide ampliar la plantilla de la institución. El acuerdo de gobierno decía que había que impulsar una empresa pública una vez se obtuvieran los informes, y fueran favorables. Ni en Mallorca ni en Menorca hay una empresa pública de transporte. Al asumir que no es posible, se diseñará un pliego para adjudicar el servicio a una empresa, que estará a disposición de todo lo que marque el Consell.

¿Y esto será posible?

Se está haciendo. La licitación se prepara en este sentido: sí o sí habrá que cumplir todos los parámetros que marque el Consell.

¿Por qué no se ejecutan cada año las inversiones que se reflejan en el presupuesto?

Básicamente porque desde hace cinco años faltan unos 160 trabajadores. La legislatura pasada sólo hubo políticas de mantenimiento. No hubo grandes proyectos. Entiendo que no les hacía falta [al PP]. Las jubilaciones o traslados no se cubrían. Nosotros hemos entrado con un programa de gobierno muy denso, con dos equipos con una serie de objetivos prioritarios. Nos hallamos con un problema de falta de personal. En determinados departamentos se forman cuellos de botella y no dan abasto. No digo las 160 personas que faltan, pero si pudiéramos hacer 30 ó 40 contrataciones sería otra cosa. Pero no podemos.

Y en el presupuesto de 2018 ¿qué inversiones se prevén?

Se repetirán el año que viene las inversiones importantes que no hemos podido sacar adelante este año. Como grandes inversiones no queda mucha más cosa. Son proyectos que se inician un año pero que, por la falta de personal, van más despacio. Hay cosas que son absolutamente importantes, pero se ven sobrepasadas por las urgentes. Por ejemplo, antes se para la compra de un edificio [del centro de menores] que la licitación de servicios que se han de ofrecer a los ciudadanos sí o sí.

¿No habrá pues nuevas inversiones importantes?

Tenemos el tema de sa Coma, que lleva muchísimo retraso. Más o menos todas las cosas importantes previstas para esta legislatura están iniciadas o en vía de desarrollo. Otro de los proyectos que está parado en contratación es el del centro BIT, el edificio tecnológico que queremos poner en marcha y que es importantísimo y muy necesario para la isla.

¿Y ha habido un punto de inflexión para resolver el problema de la vivienda de la isla?

Pienso que sí ha habido uno importantísimo, y es que a lo largo del año se ha puesto sobre la mesa la necesidad de la declaración de emergencia habitacional, para que se adopten medidas extraordinarias y que el Govern habilite una partida presupuestaria para afrontarlas, y para ponernos al día en política de vivienda, que era absolutamente inexistente. ¿Dónde vamos con 71 viviendas sociales en la isla? El punto de inflexión es que hemos conseguido que el Govern, en el presupuesto de 2018, prevea una inversión enorme en Eivissa. Estamos muy satisfechos. Ahora se tramita la ley de vivienda, donde se estipularán una serie de medidas que se reclamaban desde Eivissa. Y esperamos que cuando se acabe de formalizar el tema de emergencia habitacional se concreten medidas extraordinarias que nos ayuden a avanzar un poco más.

El plan de vivienda anunciado por la presidenta del Govern, Francina Armengol, no especifica ninguna de estas medidas.

No. Las medidas concretas llegarán en un reglamento, que se tiene que desarrollar en el próximo mes y pico, relacionado con el decreto que acabó de redondear la ley turística. Esta especifica que los territorios [insulares] pueden declarar la emergencia habitacional y que se tendrán que establecer medidas extraordinarias.

¿Cuáles?

Son medidas que tendrá que acordar el Govern balear, que es el que ha de aprobar el decreto, a propuesta también de los consells. Nosotros estamos valorando muchas, pero prefiero no comentarlas porque no sabemos si finalmente se incluirán.

¿Le parece suficiente la partida de 1,6 millones para 2018 y los proyectos previstos por el Ibavi para edificar VPO en Eivissa?

Hombre, por el problema que estamos sufriendo en Eivissa€ casi le diría que todo lo que se haga es poco. A mí lo que me preocupa es que lo que se hará es a largo plazo, como es el caso de las viviendas de protección oficial. Son planes que van de dos a cinco años.

¿Es un error que su conselleria sea también de Vivienda cuando el Consell no tiene competencias y genera unas expectativas que no se pueden cumplir?

No. Por un lado pasa esto que dice: la gente espera y se decepciona al ver que no hay más acciones. Pero por otra parte si ninguna conselleria [en Eivissa] tuviera adjudicado el tema de la vivienda sería mucho más frustrante. Aquí hay una conselleria que, pese a no tener competencias, es consciente del problema que hay y es un motor constante de búsqueda de soluciones. No digo que las halle. Y se están haciendo muchas cosas: desde la mediación con los bancos, el servicio de orientación jurídica, las jornadas de vivienda, la mesa técnica€ Y, sobre todo, se está haciendo política para tratar de convencer€ Sólo el hecho de haber sido capaces de convencer al Govern del nivel del problema que sufrimos en Eivissa es ya un éxito. Todos sabemos que estas luchas pueden durar años y años.

¿Se ha notado ya algún efecto en el alquiler turístico de viviendas tras la aprobación de la nueva ley turística?

Sí, pero no por estudios que hayamos hecho. Hemos escuchado declaraciones de asociaciones del sector inmobiliario señalando que se está reduciendo la oferta ilegal de alquiler de pisos por las medidas coercitivas y la nueva ley. Ahora la gente se lo piensa mucho. También hemos oído que está aumentando el número de viviendas que entran en el mercado residencial. Pienso que esto irá a más y que, con la nueva ley de vivienda, se le dará dos vueltas más.

La consellera insular de Territorio, Pepa Marí, descarta una consulta ciudadana sobre la revisión del PTI. ¿No estaba prevista en el pacto de gobierno?

Sí y en el momento que el Govern apruebe la ley de consultas, no habrá ningún inconveniente en hacerlo. Es lo deseable.

Pero la consellera de Territorio sostiene que no es viable hacerlo a posteriori a todo o nada, sino que la participación ciudadana debe ser previa, no con una consulta masiva.

Sí, sí, efectivamente. El proceso participativo es importantísimo. La revisión del PTI se tiene que hacer con el máximo consenso, incluido el PP. No podemos estar cambiando cada legislatura. Hemos de ser responsables todos y mirar con perspectiva los grandes cambios que necesita la isla. No sé cómo estaba redactado en el programa, pero si tuviéramos la herramienta y fuera posible una consulta sin más, pienso que, como mínimo, se podría plantear. El problema es que no está aprobada la ley de consultas y que no se podrán hacer referéndumes. Estamos bastante decepcionados con lo que será esta ley. La idea era que el Consell tuviera la capacidad de acceder al censo de los ayuntamientos para hacer consultas, pero no será así por cuestiones jurídicas, no por capricho. No lo permite la legislación española. El Consell sólo lo podrá hacer a través del portal de participación y la gente que quiera votar se deberá dar de alta. Esto baja mucho la participación.

¿Le parece acertado que el presidente asistiera a una reunión de su partido en Madrid en lugar de estar en el pleno de la institución? ¿Lo sabía?

La verdad es que no lo sabía, pero también es verdad que se ha reincorporado a los dos meses de sufrir un problema de salud [un ictus] que normalmente requiere de un periodo de recuperación de seis meses para empezar a trabajar. Una cosa es ir a una reunión en un ámbito cerrado, y otra presidir un pleno. Nosotros respetamos muchísimo el proceso de recuperación necesario del presidente. Poco más puedo decir.

¿Optará de nuevo a liderar la candidatura de Podemos al Consell en 2019?

Habrá un proceso de primarias.

¿Pero optará?

Cuando llegue ese río, cruzaremos ese puente [se ríe].

La relación de Podemos-Guanyem con el PSOE parece tranquila desde hace un tiempo. ¿Se van a desmarcar cuando se acerquen las elecciones por una cuestión de estrategia?

[Se ríe] Bueno. No sé qué decirle. No es un camino de rosas, somos dos partidos muy distintos. Y pese a que tenemos la responsabilidad de limpiar los trapos sucios en casa, hay una negociación continua para sacar adelante los proyectos. Que puedan aflorar estas cosas cuando lleguen las elecciones es una posibilidad. Me gustaría que todos tuviéramos la responsabilidad, primero, de tener la colada limpia y que cada uno haga campaña presumiendo de sus méritos sin sacar otras cuestiones.

¿Es inviable una candidatura conjunta con el PSOE?

Absolutamente.

¿Por qué?

Se ha demostrado en esta legislatura la importancia de que los pactos sean postelectorales, que es lo que te da fuerza. Hemos visto en anteriores legislaturas con pactos preelectorales que ha habido [se ríe] una fagocitación [por parte del PSOE], algo que ahora no se produce. No solo eso, sino que nuestro grupo está cada día más afianzado y con más preponderancia en este gobierno por la experiencia que vamos adquiriendo.

Gestión de Podemos

¿El triunfo de Mae de la Concha en el proceso interno de Podemos en Balears que ha supuesto su continuidad al frente de la formación en Eivissa ha desactivado al sector crítico?

Pienso que lo que toca es que todas las personas de este sector crítico, como usted dice, que tengan ganas de trabajar se pongan a ello. Nos hace falta mucha gente que tire del carro. Encaramos ya el 2019 [las elecciones locales] y todo el mundo hace falta. No sobra nadie. Espero que sí.

Se refiere a los diputados de Podemos que se alinearon en la candidatura de Laura Camargo y que son críticos con la dirección de Eivissa.

Todos somos Podemos. Puede haber diversas corrientes en unas primarias, pero estas últimas regirán los próximos cuatro años, que es mucho tiempo. Por tanto, es importante que todos ellos se incorporen. Marta Maicas, por ejemplo, está en el consejo de coordinación. Hay que crear áreas de trabajo y es básico que todos ellos se integren en ellas para que todos sigamos remando en el mismo barco, que es Podemos, un proyecto para cambiar la vida de las personas desde las instituciones.

¿Qué relación mantiene con ellos?

Bien, prácticamente de trabajo.

¿Por qué se ha negado a que se hiciera una consulta con las bases sobre el pacto de gobierno en el Consell después de que lo pidieran los Círculos de Vila y Santa Eulària?

Bueno. Nosotros lo que hicimos fue presentar la solicitud de los Círculos a la secretaría de organización autonómica, que es a la que le corresponde decidirlo. Ya dijimos que no lo asumíamos. Entendíamos que el año pasado nos marcamos una serie de objetivos, la aprobación de unos presupuestos que reflejasen las medidas de gobierno que teníamos que implementar y la modificación del PTI. Si no salían adelante hubiera sido un fracaso. Por tanto, si se hace una apuesta política y se consigue, no es de recibo hacer una consulta a posteriori en la que se transmite una inestabilidad o se cuestiona el trabajo que se está haciendo. No era el momento. Hay que estar en las instituciones con mucha firmeza, pero sobre todo con responsabilidad. No es un juego.

¿Se siente suficientemente respaldada como líder de Podemos en Eivissa tras un proceso de elección de ámbito balear?

Absolutamente. Soy consciente de que en la isla de Eivissa mayoritariamente la gente votó nuestra candidatura, no por mí sino por toda la gente que la conformaba. Y por la confianza que generaba Mae de la Concha. Sin duda.