La Comisión Balear de Medio Ambiente (Cmaib) ha impuesto una larga serie de prescripciones al proyecto de tercer cable submarino que se prevé desplegar entre Ibiza y Formentera para garantizar su suministro eléctrico. La edición de ayer del Butlletí Oficial de la Comunitat publicó el acuerdo de pleno de la comisión que da respuesta a la consulta formulada por el Ministerio de Energía sobre esta infraestructura, con un presupuesto cercano a los 80 millones de euros.

Además de instar a esperar a los informes de varios organismos del Govern, como la dirección general de Pesca o la de Espais Naturals, la Cmaib considera que el promotor «ha de justificar la inviabilidad técnica o de cualquier otro tipo de colocar el cable directamente sobre el fondo marino». En caso contrario «esta opción [no soterrar el tendido] prevalecería sobre las otras».

Asimismo, la comisión pide que se tenga en cuenta el trazado alternativo para los tramos marino y terrestre que presentó el Consell de Formentera, que lo remitió al Ministerio de Medio Ambiente. Por ello pide que se valore en la tramitación ambiental y que, en caso de alterar el diseño, se debería volver a remitir a la Cmaib. También se pide, a su vez, que se tengan «especialmente en cuenta» los informes de afección a la Red Natura 2000 y de la dirección del Parque Natural de ses Salines.

La línea tendrá un tramo submarino de 22,8 kilómetros, entre sa Punta de Talamanca y es Pujols, en Formentera. En caso de que no quede más remedio que soterrar el cable, de 132 kv, donde exista afectación de la posidonia, se deberá optar entre trasladar los brotes amenazados a zonas cercanas para volver a ponerlos sobre la zanja cuando acaben los trabajos o replantar la zona con nuevas plantas, siguiendo los protocolos más eficaces del Imedea.

Durante las obras deberán evitar generar turbulencias en el agua y colocar el cable a una profundidad suficiente para no afectar las praderas, con «un margen de seguridad». Incluso se pide que los buzos traten de «modificar puntualmente in situ el trazado» durante la obra. En el proyecto de REE se prevé que la línea transcurra hasta a 65 metros de profundidad, soterrada a una profundidad de un metro.

Cortinas antiturbidez

Cortinas antiturbidez

En la zona de s´Espardell, donde el trazado pasa cerca de una comunidad de maerl y formaciones coralinas, también se deberán emplear cortinas antiturbidez para evitar que se depositen sedimentos sobre estas formaciones. Además, se deberá evitar perjudicar la pesca.

En cuanto a los tramos terrestres, está previsto que la línea parta de la subestación Torrent, en Puig d´en Valls, hasta Talamanca, con una longitud de unos 10,5 kilómetros. En Formentera, la línea emergerá en es Pujols hasta una nueva subestación en es Ca Marí, con unos 6,6 kilómetros.

En ambos casos, la Cmaib elige la alternativa de menor impacto, la que aprovecha parte del cable eléctrico con Mallorca en el caso del tramo ibicenco. Como norma general, insta a procurar que el cable discurra «por viales y caminos existentes». También prescribe el seguimiento arqueológico de los trabajos.